Si has
encontrado a alguien digno de tu confianza y aún temes abrirte al amor, sigue
leyendo.
- Cierto, es muy importante no regalar tu confianza –y por ende, tu vulnerabilidad– a cualquier persona, sino a aquella que en verdad la merezca y pueda ofrecerte lo mismo a cambio. Y aunque esto es esencial en cualquier relación sana, la realidad es que muchos nos quedamos estancados ahí: no confiamos en nadie, nos rehusamos a abrirnos y jamás le damos la oportunidad a alguien para demostrar que son dignos de nuestra confianza, pues simplemente asumimos que no lo son.
Hay una gran diferencia entre ser precavido y ser paranóico, por así decirlo. La persona precavida se toma su tiempo para conocer a la otra persona y luego decide compartir y abrir la puerta a una relación más íntima. Por el contrario, la persona paranóica jamás se abre ni conoce poco o nada de lo que implica tener una relación sana, en donde ambas personas comparten y se nutren mutuamente. Sin importar si eres precavido o paranóico, estos consejos te serán de ayuda para dar ese segundo paso y así disfrutar de tus relaciones en forma plena:
1. Comparte poco
a poco
El primer paso
siempre es el más difícil, sin embargo, es absolutamente necesario compartir.
Si lo necesitas, tómate tu tiempo, pero atrévete a dar ese primer paso y
comparte, aunque sea poco.
2. Imagina las
consecuencias
Como decía arriba,
es importante que compartas, aunque tengas miedo. Habiendo dicho esto, puede
ayudarte imaginar las dos posibles consecuencias: que la persona reaccione de
la forma en que esperas, o no. Es necesario que aceptes que la otra persona
puede reaccionar de forma negativa y esto no indica que has cometido un error.
Así que siéntete satisfecho de haber compartido, sin importar, las
consecuencias.
3. Mantén
contacto físico
Hay algo que
siempre ayuda a compartir nuestros sentimientos en circunstancias difíciles:
mantener aunque sea un leve contacto físico. Mientras estés compartiendo y
abriendo tu corazón a la otra persona, tómale de la mano, siéntate cerca,
abrázale.
4. Una
desilusión no implica derrota
Es importante
recordar que estar en una posición de vulnerabilidad siempre será mejor que
nunca atreverte a expresar tus sentimientos, aun cuando las consecuencias no
hayan sido las que esperabas. Lo digo de nuevo: una desilusión no implica que
has sido derrotado.
Aunque es
importante que tomes el tiempo necesario para conocer a alguien antes de
compartir e involucrar más tus sentimientos, aún es más importante estar dispuesto
a mostrarte cómo eres y arriesgar un poco. Piensa que una desilusión, aunque
dolorosa, es una gran oportunidad de crecer como persona. Pero aún más hermoso
es cuando la otra persona reacciona hacia ti con la misma entrega que ofreces,
pues esa experiencia no tiene precio y hace que valga la pena correr todos los
riesgos.
Fuente: Familias.com
- Autor: Denhi Chaney