“¡Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes y con
alegría los invito a todos: oren y crean en el poder de la oración. Abran sus
corazones, hijitos, para que Dios los llene con su amor y ustedes serán alegría
para los demás. Su testimonio será poderoso y todo lo que harán estará
entretejido con la ternura de Dios. Yo estoy con ustedes y oro por ustedes y
por su conversión, hasta que pongan a Dios en el primer lugar. ¡Gracias por
haber respondido a mi llamado!”
Message 25 May 2015
“Dear children! Also today I am with you and with
joy I call all of you: pray and believe in the power of prayer. Open your
hearts, little children, so that God may fill you with His love and you will be
a joy to others. Your witness will be powerful and everything you do will be
interwoven with God’s tenderness. I am with you and I pray for you and your
conversion until you put God in the first place. Thank you for having responded
to my call.”
Messaggio 25 maggio 2015
“Cari figli! Anche oggi sono con voi e con gioia vi
invito tutti: pregate e credete nella forza della preghiera. Aprite i vostri
cuori, figlioli, affinché Dio vi colmi con il suo amore e voi sarete gioia per
gli altri. La vostra testimonianza sarà forte e tutto ciò che fate sarà
intrecciato della tenerezza di Dio. Io sono con voi e prego per voi e per la
vostra conversione fino a quando non metterete Dio al primo posto. Grazie per
aver risposto alla mia chiamata.”
Una carta de María para una mujer, para ti, para mi, para todas y nos
hagan caminar hacia los brazos de su Hijo.
Hola, mi querida hija del alma, que la paz del Señor esté contigo...
Mi corazón necesitaba escribirte estas simples líneas que, como pájaro de luz,
lleguen de mi corazón al tuyo...le iluminen, disipen dudas y angustias, y te
hagan caminar hacia tu verdadero destino: a los brazos de mi Hijo...
Sí, querida mía, tu verdadero destino, que no es muchas veces el que te propone
el mundo y por el que tantos esfuerzos gastas olvidándote del negocio mas
importante que tienes: la salvación de tu alma...
Los problemas, mi querida, son todos camino hacia el Padre, el dolor, la
angustia, la soledad... todo va modelando el alma de acuerdo a las respuestas
que vayas dando... tú, seguro, me dirás: “¡Pero lo que a mi me pasa es tan duro
, Señora!!!” Lo sé, hija, ¿acaso por un momento has pensado que no lo sé?
Querida, si lloro con tus lágrimas y río contigo sin que me notes a tu lado....
cómo no saber lo que siente tu alma, si yo misma lo he padecido... bien sé lo
que es el dolor, la soledad, la traición..., pero también sé que todo eso,
puesto en las manos del Padre, se transforma en camino de Salvación...
Cuando yo vivía entre ustedes, meditaba todas esas cosas y las guardaba en mi
corazón, las que comprendía y las que no, las que me alegraban y las que me
lastimaban, como perlas de un collar incompleto que, lentamente, con el tiempo,
iban tomando su verdadero lugar...
¿Sabes hija? Me gusta mucho caminar en los atardeceres, luego de un largo día
de trabajo..., y me encantaría que hoy me acompañases... o mañana, o el sábado,
aunque sé que estás un poco cansada... ¿cómo lo sé? Pues verás, estoy contigo
cuando abres los ojos y miras el despertador, tirano, que no te regala unos
minutos mas, y debes levantarte rápido a preparar el desayuno del marido y los
hijos, o el tuyo solo, o el de tu mamá.... mientras se calienta el agua te
miro... te amo... luego, voy contigo a levantar los remolones que se empecinan
en pelearse con el reloj.... te ayudo a vestirlos, te pongo a mano esa remera
que no encontrabas... y me siento con ustedes a desayunar... me gusta como
preparas todo, el olorcito rico de tu cocina, luego debemos llevar los chicos
al colegio, ir a trabajar para traer el sustento, o volver a casa a la
rutinaria (¡pero hermosa!) tarea de mantener limpio el hogar... juntas vamos al
supermercado y hacemos que alcance el dinero justito para el almuerzo... hasta
a veces hago que te sobre una moneda para un dulce... el postre sorpresa de los
hijos...
También lavamos la ropa, el piso, acomodamos todo para que el esposo y los
niños encuentren ese remanso de paz que anhelan, el olorcito a ”su casa” que
les volverá al alma cuando se sientan tristes, solitarios, nostálgicos... allí
recordarán todas las cosas buenas que les enseñaste...
También estoy contigo en el trabajo, ayudándote, aconsejándote, pidiéndote que
sonrías siempre, que trates bien a todos, ya que nunca sabes cuanto bien haces
con una sonrisa... eres mi embajadora cuando sonríes, cuando eres amable,
cuando perdonas... ¡¡cuando perdonas haces sonreír a mi Hijo!!!
Ya estamos a mas de la mitad de la jornada, extrañamos volver a casa
¿verdad?...
Contigo corro a abrazar a los hijos, contigo me siento y les preguntamos juntas
cómo les fue (aunque yo ya lo sé, porque los estuve cuidando por ti en el
colegio, mientras jugaban, o cuando cruzaban la calle)
También te acompaño cuando debes darles una noticia triste, como que un amigo o
un primo enfermo ha partido hacia mi Hijo, estoy contigo para decirles que lo
he abrazado fuerte, fuerte y le he llenado de besos cuando ha llegado aquí al
cielo, que le tengo a mi lado y damos largos paseos por los jardines
celestiales....
Me gusta cuando les ayudas en la tareas, les hablas al alma, les acompañas a la
catequesis ... a veces te veo preocupada porque parecen distraídos, no te
preocupes, mi querida, tú sigue sembrando, que tuyo es el tiempo de siembra y
de mi Hijo el de la cosecha...
En fin, ya cae la tarde... ¿qué te parece si nos vamos juntas aunque más no sea
hasta el almacén? Sí, dale, vamos a comprar el pan para la cena y así charlamos,
sí, de eso que te tiene preocupada... ven, que tengo muchas ganas de
tranquilizarte, de acompañarte, de abrazarte en silencio...
Vamos hija, vamos de paseo...
Desde el alma
Tu mamá
María de Nazaret
NOTA Estos relatos sobre María
Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento
por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos
sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo
relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que
aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención
sobrenatural alguna.
ATLANTA, 10 May. 15 / 09:09 pm (ACI/EWTN Noticias).-El actor y productor mexicano Eduardo Verástegui fue entrevistado recientemente por el periodista Ismael Cala para la cadena estadounidense CNN, en el marco de la gira promocional de la película Little Boy. En su presentación, Verástegui sorprendió a su interlocutor por su testimonio de vida en castidad durante 13 años.
Little Boy, película en la que Eduardo Verástegui cumplió los roles de actor y productor, fue estrenada el 24 de abril en Estados Unidos. Actualmente, el portal especializado en cine IMDB le otorga 7 puntos de 10.
En su entrevista, Verástegui confesó a Cala que el secreto de sus 13 años de castidad es su intensa vida espiritual.
“Soy una persona muy débil, y es
por eso que tengo una disciplina espiritual. Si me quitas mi disciplina
espiritual, si me quitas a Dios del centro de mi vida yo colapso en dos
minutos. No puedo, vivo en un mundo lleno de tentaciones, y la capital de
las tentaciones es nuestra carrera”, dijo el actor mexicano.
Verástegui aseguró que “si no
tengo yo esta disciplina espiritual de todos los días, si no voy al gimnasio
del alma para desarrollar una vida virtuosa no puedo, es imposible”.
Ante la sorpresa de su
interlocutor por su cambio de vida y su decisión de vivir la castidad hasta el matrimonio, Verástegui
explicó que “cuando hago algo, me gusta irme hasta la raíz, en todo lo que
hago”.
“Soy una persona que me gusta
también mucho la disciplina, lo que cuesta trabajo, los retos”.
El actor mexicano recordó que “era
la ‘oveja perdida’ de la familia”
inmerso en el mundo del espectáculo hasta que una profesora de inglés, a la que
había contratado para aprender el idioma y obtener papeles importantes en
Estados Unidos, le dio una lección que le cambió la vida a sus 28 años.
“Lastimé a muchas mujeres”,
confesó Verástegui, y señaló que “crecí en un ambiente donde yo pensaba que el
verdadero hombre era el don juan, el latin lover, el mujeriego, el
playboy, el casanova, el seductor”.
“Creces tú viendo esas
películas”, dijo, y terminas creyendo “que para poder ser feliz
tienes que convertirte en ese hombre”.
Por eso, lamentó, “desde muy
joven, desde adolescente, yo pensaba que si no llevaba yo ese estilo de vida,
de convertirme en un don juan, iba a ser un loser, un perdedor. Y
después me di cuenta que mis amigos en aquel entonces, cuando yo tenía una
novia y después otra, no solo el ego se subía, sino que todos mis amigos ‘no
hombre, a este no se le va ninguna, bravo, hay que juntarnos con él’ y el ego
sigue subiendo”.
“Yo tenía mi lista, bueno ahora
me falta fulanita. Qué pasa, durante muchos años viví así, fui infiel”.
En ese momento, su maestra de
inglés, “muy inteligente, filósofa, psicóloga”, le cuestionó: “‘¿Te gustaría
casarte y tener hijas?’, yo le dije ‘sí’, me sigue preguntando cosas, ‘¿qué
tipo de hombre te gustaría que tu hija conociera para que forme una familia?
¿Me puedes describir a ese hombre?’, y obviamente describí a un santo, para
mi hija un hombre que le sea fiel, leal, que la ponga en un pedestal como
si fuera un diamante, que la ame, que la haga reír, que la cuide, que de la
vida por ella, en fin, me faltaba describirlo”.
Al preguntarle ella si Verástegui
creía ser el hombre que deseaba para sus hijas, sintió “que algo me picó en el
corazón, y dije yo no soy ese hombre”.
“Ahí le hice una promesa a Dios
de tratar a toda mujer como me gustaría que trataran a mi futura hija, a mi
madre o a mis tres hermanas”, aseguró.
El actor y productor señaló que
tras las conversaciones con su maestra de inglés “entendí que el sexo es
sagrado, es un regalo de Dios, hay que cuidarlo, hay que preservarlo, ¿para
qué? Para compartirlo con la mujer más importante de tu vida. En mi caso,
¿quién va a ser esa persona? La madre de mis hijos. ¿Quién? Mi esposa. ¿Cuándo?
El día que me case”.
“Yo siempre le he dicho a mis
tres hermanas: cuando vengan estos hombres a hablarles al oído y a decirles
esto, esto, esto y el otro. No le den la parte más íntima de ustedes a un
hombre solamente porque les dicen cosas bonitas. Si quiere azul celeste, que le
cueste. Si quiere lo más íntimo de ti, que te lleve al altar. Y si te dice ‘no
estoy seguro’, dile ‘yo tampoco estoy segura’”.
Verástegui recordó que se
comprometió a “serle fiel a esa persona que todavía no conozco, la madre de
mis hijos, a la que le quiero entregar mi vida y voy a hacer una promesa de
castidad, una disciplina de abstinencia”.
“Es una disciplina de controlar
tus pasiones. Las pasiones obedecen a la razón, la razón obedece a un poder
superior”, explicó.
Eduardo Verástegui subrayó que el
sexo no es una necesidad física, pues “necesidad física es respirar porque si
no respiras te mueres, comer porque si no comes te mueres. Yo hasta ahorita no
conozco alguien que se haya muerto por abstinencia”.
El sexo, explicó, “es un deseo, un
deseo muy fuerte que se puede controlar”, y añadió que los seres humanos
“no somos animales, nos podemos controlar, con la razón. Las pasiones son
buenas, pero ordenadas”.