ATLANTA, 10 May. 15 / 09:09 pm (ACI/EWTN Noticias).-El actor y productor mexicano Eduardo Verástegui fue entrevistado recientemente por el periodista Ismael Cala para la cadena estadounidense CNN, en el marco de la gira promocional de la película Little Boy. En su presentación, Verástegui sorprendió a su interlocutor por su testimonio de vida en castidad durante 13 años.
Little Boy, película en la que Eduardo Verástegui cumplió los roles de actor y productor, fue estrenada el 24 de abril en Estados Unidos. Actualmente, el portal especializado en cine IMDB le otorga 7 puntos de 10.
En su entrevista, Verástegui confesó a Cala que el secreto de sus 13 años de castidad es su intensa vida espiritual.
Verástegui aseguró que “si no
tengo yo esta disciplina espiritual de todos los días, si no voy al gimnasio
del alma para desarrollar una vida virtuosa no puedo, es imposible”.
Ante la sorpresa de su
interlocutor por su cambio de vida y su decisión de vivir la castidad hasta el matrimonio, Verástegui
explicó que “cuando hago algo, me gusta irme hasta la raíz, en todo lo que
hago”.
“Soy una persona que me gusta
también mucho la disciplina, lo que cuesta trabajo, los retos”.
El actor mexicano recordó que “era
la ‘oveja perdida’ de la familia”
inmerso en el mundo del espectáculo hasta que una profesora de inglés, a la que
había contratado para aprender el idioma y obtener papeles importantes en
Estados Unidos, le dio una lección que le cambió la vida a sus 28 años.
“Lastimé a muchas mujeres”,
confesó Verástegui, y señaló que “crecí en un ambiente donde yo pensaba que el
verdadero hombre era el don juan, el latin lover, el mujeriego, el
playboy, el casanova, el seductor”.
“Creces tú viendo esas
películas”, dijo, y terminas creyendo “que para poder ser feliz
tienes que convertirte en ese hombre”.
Por eso, lamentó, “desde muy
joven, desde adolescente, yo pensaba que si no llevaba yo ese estilo de vida,
de convertirme en un don juan, iba a ser un loser, un perdedor. Y
después me di cuenta que mis amigos en aquel entonces, cuando yo tenía una
novia y después otra, no solo el ego se subía, sino que todos mis amigos ‘no
hombre, a este no se le va ninguna, bravo, hay que juntarnos con él’ y el ego
sigue subiendo”.
“Yo tenía mi lista, bueno ahora
me falta fulanita. Qué pasa, durante muchos años viví así, fui infiel”.
En ese momento, su maestra de
inglés, “muy inteligente, filósofa, psicóloga”, le cuestionó: “‘¿Te gustaría
casarte y tener hijas?’, yo le dije ‘sí’, me sigue preguntando cosas, ‘¿qué
tipo de hombre te gustaría que tu hija conociera para que forme una familia?
¿Me puedes describir a ese hombre?’, y obviamente describí a un santo, para
mi hija un hombre que le sea fiel, leal, que la ponga en un pedestal como
si fuera un diamante, que la ame, que la haga reír, que la cuide, que de la
vida por ella, en fin, me faltaba describirlo”.
Al preguntarle ella si Verástegui
creía ser el hombre que deseaba para sus hijas, sintió “que algo me picó en el
corazón, y dije yo no soy ese hombre”.
“Ahí le hice una promesa a Dios
de tratar a toda mujer como me gustaría que trataran a mi futura hija, a mi
madre o a mis tres hermanas”, aseguró.
El actor y productor señaló que
tras las conversaciones con su maestra de inglés “entendí que el sexo es
sagrado, es un regalo de Dios, hay que cuidarlo, hay que preservarlo, ¿para
qué? Para compartirlo con la mujer más importante de tu vida. En mi caso,
¿quién va a ser esa persona? La madre de mis hijos. ¿Quién? Mi esposa. ¿Cuándo?
El día que me case”.
“Yo siempre le he dicho a mis
tres hermanas: cuando vengan estos hombres a hablarles al oído y a decirles
esto, esto, esto y el otro. No le den la parte más íntima de ustedes a un
hombre solamente porque les dicen cosas bonitas. Si quiere azul celeste, que le
cueste. Si quiere lo más íntimo de ti, que te lleve al altar. Y si te dice ‘no
estoy seguro’, dile ‘yo tampoco estoy segura’”.
Verástegui recordó que se
comprometió a “serle fiel a esa persona que todavía no conozco, la madre de
mis hijos, a la que le quiero entregar mi vida y voy a hacer una promesa de
castidad, una disciplina de abstinencia”.
“Es una disciplina de controlar
tus pasiones. Las pasiones obedecen a la razón, la razón obedece a un poder
superior”, explicó.
Eduardo Verástegui subrayó que el
sexo no es una necesidad física, pues “necesidad física es respirar porque si
no respiras te mueres, comer porque si no comes te mueres. Yo hasta ahorita no
conozco alguien que se haya muerto por abstinencia”.
El sexo, explicó, “es un deseo, un
deseo muy fuerte que se puede controlar”, y añadió que los seres humanos
“no somos animales, nos podemos controlar, con la razón. Las pasiones son
buenas, pero ordenadas”.
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