El día de hoy, mientras
estaba en mi momento de lectura (uno de mis momentos favoritos del día) me
encontré con una frase que me dio muchísimo para reflexionar, en realidad eso
es lo que más amo de leer, una buena lectura, de esas que edifican, realmente
son una bendición.
La frase es la siguiente: Mi
casa se quemo, ahora puedo ver la Luna.
Qué ironía y que bendición. Tú
que elegirías? Tu como tomarías un momento así? Recuerda que en la vida, no
podemos elegir muchas situaciones, pero siempre podremos decidir cómo
afrontarlas.
Sé que no es agradable que
tu casa se queme, en realidad esto es solo una ilustración, la frase encierra
algo más, muchas veces en la vida, tenemos tantos apegos materiales que nos
impiden ver las maravillas de la vida, y cuando pasamos por momentos de
sufrimiento nuestra alma esta tan falta de trascendencia que en lugar de ver
esto como bendiciones disfrazadas lo tomamos como un castigo, llámalo divino, o
paga por algo que hicimos, karma para los que crean en eso, simplemente no
siempre podemos comprender que cuando Dios permite que algo se “derrumbe” es para
obtener un bien mayor, porque siempre hay algo dentro de ti, que quizá este
dormido y que justo es en ese momento de crisis en el que el alma se transforma
y se purifica para poder valorar todo eso que Dios te regala. No es precisamente
para que te la pases culpándote, o lamentándote, es para que te fortalezcas,
eyyy que Dios quiere regalarte algo.
Los momentos de sufrimiento,
por difíciles que parezcan, encierran algo maravilloso, y es que quien no ha
escuchado ese pensamiento que dice que en la tormenta y en la adversidad se
despiertan virtudes y capacidades que en la tranquilidad hubiesen permanecido
dormidas.
Te invito a que vivas esos
momentos con fortaleza y con aceptación, eso te dará paz y aumentará cada vez
más tu fe, nunca evadas estas situaciones, por difícil que parezca, muchas veces en la vida tenemos que pasar estas
pruebas para fortalecer nuestro espíritu y estar preparados para reconocer siempre
lo esencial y lo realmente importante, es decir, se puede derrumbar todo a tu alrededor,
pero mientras estés unido a Dios y mientras tus valores sean firmes, nada podrá derribarte a ti.
Por raro que esto parezca,
sólo cuando no tienes ninguna “seguridad” material, puedes experimentar la
verdadera seguridad, y tu alma se ve libre de todo lo que no le hace falta, ten
la certeza que siempre, por muy dura que parezca la prueba y la noche
parezca muy obscura, siempre podrás ver la Luna la cuál te guiará hacia las
estrellas.
Hoy por eso quiero decir Gracias
a todos mis lectores, gracias por dejarme compartir con ustedes mis
pensamientos, mi fe, gracias por
permitirme expresar con sencillez lo que para mí ha sido mi vida, mis
experiencias, gracias porque es una manera de servir, para mí esto es una
manera de agradecer a Dios por todas las bendiciones que me ha dado, incluyendo
los momentos difíciles que no han faltado, pero que también me han permitido
ver la luna.
Déjate llevar por Dios.
Dios los bendiga y la Virgen
los proteja, espero poder seguir compartiendo con ustedes el amor que Dios me
da, el cuál es siempre para compartir.
Mi casa se quemo, ahora puedo ver la luna.
Mi casa se quemo, ahora puedo ver la luna.
Autor: Myriam Orozco
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