miércoles, 19 de febrero de 2014

Artista de tu vida.


Quiero ser el artista de mi vida, Dios nos creo con libre albedrío, podemos decidir si nuestra vida estará llena de colores, de hermosos paisajes, de sol y de luna, de días lluviosos, de hermosos y cálidos atardeceres, mañanas llenas de vida iniciadas con una oración y un gracias Dios por ser parte de mi vida y por darme un pincel y un lienzo para empezar mi obra.
 



Tardes en compañía de los ángeles, caminando por las aceras de una larga calle que no tiene fin, llegando a un parque lleno de niños probando algodones dulces, paseando a sus mascotas, abrazando a sus padres, paseando en bicicleta.

Fines de semana preparando un pastel para compartir en casa, observar la mirada de tus seres queridos cuando les dices que los amas. Un día entero dedicado a alagar a los demás, dibujar su día con el color y a alegría de la tuya.

Tomar un camino incierto y disfrutar del trayecto, conocer a gente valiosa, conversar con un anciano y grabar sus historias en tu corazón. 

Conocer un lugar lleno de nieve, dejar que toque tu mejilla y después jugar con ella, pasear en trineo, correr, y tomar fotos para pintarlas en la memoria, darle un matiz lleno de luz a todos los momentos de tu vida. Entregarte sin reservas a hacer el bien, luchar por conseguirlo sin detenerte a regresar el mal que existe, se que existe también el blanco y el negro, pero si sabes usarlo en el retrato de tu vida sabrás que forman parte de la galería de arte que vas a exponer porque hasta eso lo vas a transformar en una obra maestra.


Al fin que es la vida si no la sabes dibujar, si no sabes sacar lo mejor de cada color, de cada paisaje, de cada momento, no sé tú, pero desde hace mucho tiempo yo estoy pintando mi obra de arte, y aunque todo forma parte invaluable de ella, sólo yo tengo el pincel en mis manos para dibujarla y ese, nadie lo toma, yo soy la que doy el matiz, el inicio y el toque final a mi vida, a mi obra de arte.

Cuando presente mi obra, me habrá dado gusto que alguien la valore pues de que hay valor no hay duda, pero esta obra sólo es y será para quién me dio todo lo que necesite para crearla, y sólo a él debo el honor y la gloria de ser lo que quise ser.

Autor: Myriam Orozco.

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