Hace un par de semanas tuve
una hermosa lección de vida que me dejó mi muy apreciada y querida maestra de
piano, justo en una de mis lecciones con ella, pero no había encontrado el
momento para publicarla, y hoy sin pretender, justo en mi clase, conocí a una
personita que enriqueció esta lección y me motivo a dar un paso hacia adelante,
un niño de tan sólo 9 años que toca de una manera celestial, y si no fuera esto suficiente también compone, todo un maestro en
el arte de la música: Omar Alejandro Bermúdez García, quién está a punto de
presentarse en el teatro de nuestra ciudad y que hoy nos deleitó con su música, ensayando para su concierto, y de manera exclusiva, pero sobre todo
me admiro una vez más que grande es el alma de los niños.
La música es un alimento
espiritual, porque puede consolarte en un momento de tristeza y traer alegría
en un momento de quietud, me dijo una vez mi tan querida maestra de piano, no
me queda duda de eso, pues lo vivo en carne propia y hoy en particular al
escuchar a este niño, nuestra maestra me compartió lo siguiente:
Existen tantos músicos extremadamente famosos que
nunca aprendieron esto y por lo tanto nunca pudieron corregir sus errores. Uno
de los aspectos más importantes en la música es aprender a escucharte, educar a
tu oído para que sepa que es lo que estás tocando, y que es lo que les vas a
dar a los demás, porque primero debe gustarte a ti lo que estás tocando, aunque
no seas tú quién compone, desde que tocas una melodía se convierte en tú
música, y eso es lo que vas a transmitir, eres tú misma la que te vas a dar a
los demás a través de ella. Esa es la única manera que puedes perfeccionarte,
aprendiendo a escucharte, a conocer tus fallas y mejorarlas, porque no se trata
de hacer las cosas bien, se trata de hacer las cosas perfectas, nunca te
conformes con dar un buen sonido, debes exigirte siempre para dar el mejor de
los sonidos, y sólo lo lograrás si aprendes a escucharte a ti misma, si
aprendes a través del silencio de una melodía a conocerte. Ser una pianista de
calidad, eso es a lo que debes aspirar.
Lo recuerdo muy bien porque
creo que en nuestra vida espiritual es exactamente lo mismo, la única manera de
conocer a Dios y conocerte a ti misma es aprender a escucharlo, solo así es que
lo puedes transmitir, ¿como vas a dar lo mejor de ti, ¿cómo vas a darlo como lo
mejor que hay en tu vida si no has aprendido a escucharlo?, ¿si no sabes que es
lo que estás dando?, debe gustarte lo que eres como persona para poder darte,
pero no puedes saber si eres lo que en verdad deseas si no contemplas toda la
grandeza que existe dentro de ti, a través del lenguaje del silencio interior, no
se trata de decir que eres bueno y conformarte, se trata de llegar a la
perfección espiritual es decir, a la santidad, es una lucha constante, no
debemos desalentarnos si no logramos en la primera oportunidad ser lo que
esperamos, así no funciona, recuerda que estamos aprendiendo a conocernos, y
eso no es alejarnos de la meta, por el contrario es acercarte cada vez más a
ella, se trata de dar lo mejor de ti, permite que cada experiencia sea una
manera de perfeccionarte, la perfección no está en los que nunca se equivocan,
o en los que no son capaces de ver errores en ellos, sino en los que no se
cansan de conocerse y los que tienen la humildad de aceptarse y el valor de
mejorarse.
Por último me compartió lo
siguiente. “Por ti misma no podrás distinguir nunca tus errores pues se convierten
en vicios auditivos, debes tener una guía que te oriente a llegar a esa
refinada excelencia.” Igual lo relaciono, debemos tener un guía en
nuestra vida que nos ayude a llegar a esa realización humana, pero sobre todo
tener la humildad, que es la única manera de llegar a tan sublime sabiduría
para poder cumplir el plan de Dios en
nuestras vidas.
Gracias maestra por
inspirarme a ser mejor pianista, pero sobretodo, mejor ser humano y gracias
Omar Alejandro, pues hoy comprendí que Dios siempre nos manda angelitos disfrazados
de personitas para que a través de ellos podamos aprender a escucharlo. Eres un ejemplo de virtud y de perseverancia, y ese don que Dios te dio será un instrumento para que muchos niños como tú luchen por sus sueños.
Lo prometido es deuda, aquí está
tu pieza favorita Alex, aunque tú la tocas más lindo J
Y esta te la dedico a ti Alex,
es una de mis favoritas, se llama corazón de niño, te va muy bien. Fue un placer coincidir.
Autor: Myriam Orozco.
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