martes, 4 de febrero de 2014

Leccion de piano, lección de vida.


Hace un par de semanas tuve una hermosa lección de vida que me dejó mi muy apreciada y querida maestra de piano, justo en una de mis lecciones con ella, pero no había encontrado el momento para publicarla, y hoy sin pretender, justo en mi clase, conocí a una personita que enriqueció esta lección y me motivo a dar un paso hacia adelante, un niño de tan sólo 9 años que toca de una manera celestial, y si no fuera esto suficiente también compone, todo un maestro en el arte de la música: Omar Alejandro Bermúdez García, quién está a punto de presentarse en el teatro de nuestra ciudad y que hoy nos deleitó con su música, ensayando para su concierto, y de manera exclusiva, pero sobre todo me admiro una vez más que grande es el alma de los niños.

 

La música es un alimento espiritual, porque puede consolarte en un momento de tristeza y traer alegría en un momento de quietud, me dijo una vez mi tan querida maestra de piano, no me queda duda de eso, pues lo vivo en carne propia y hoy en particular al escuchar a este niño, nuestra maestra me compartió lo siguiente:

 Existen  tantos músicos extremadamente famosos que nunca aprendieron esto y por lo tanto nunca pudieron corregir sus errores. Uno de los aspectos más importantes en la música es aprender a escucharte, educar a tu oído para que sepa que es lo que estás tocando, y que es lo que les vas a dar a los demás, porque primero debe gustarte a ti lo que estás tocando, aunque no seas tú quién compone, desde que tocas una melodía se convierte en tú música, y eso es lo que vas a transmitir, eres tú misma la que te vas a dar a los demás a través de ella. Esa es la única manera que puedes perfeccionarte, aprendiendo a escucharte, a conocer tus fallas y mejorarlas, porque no se trata de hacer las cosas bien, se trata de hacer las cosas perfectas, nunca te conformes con dar un buen sonido, debes exigirte siempre para dar el mejor de los sonidos, y sólo lo lograrás si aprendes a escucharte a ti misma, si aprendes a través del silencio de una melodía a conocerte. Ser una pianista de calidad, eso es a lo que debes aspirar.

 

Lo recuerdo muy bien porque creo que en nuestra vida espiritual es exactamente lo mismo, la única manera de conocer a Dios y conocerte a ti misma es aprender a escucharlo, solo así es que lo puedes transmitir, ¿como vas a dar lo mejor de ti, ¿cómo vas a darlo como lo mejor que hay en tu vida si no has aprendido a escucharlo?, ¿si no sabes que es lo que estás dando?, debe gustarte lo que eres como persona para poder darte, pero no puedes saber si eres lo que en verdad deseas si no contemplas toda la grandeza que existe dentro de ti, a través del lenguaje del silencio interior, no se trata de decir que eres bueno y conformarte, se trata de llegar a la perfección espiritual es decir, a la santidad, es una lucha constante, no debemos desalentarnos si no logramos en la primera oportunidad ser lo que esperamos, así no funciona, recuerda que estamos aprendiendo a conocernos, y eso no es alejarnos de la meta, por el contrario es acercarte cada vez más a ella, se trata de dar lo mejor de ti, permite que cada experiencia sea una manera de perfeccionarte, la perfección no está en los que nunca se equivocan, o en los que no son capaces de ver errores en ellos, sino en los que no se cansan de conocerse y los que tienen la humildad de aceptarse y el valor de mejorarse.

Por último me compartió lo siguiente. “Por ti misma no podrás distinguir nunca tus errores pues se convierten en vicios auditivos, debes tener una guía que te oriente a llegar a esa refinada excelencia.” Igual lo relaciono, debemos tener un guía en nuestra vida que nos ayude a llegar a esa realización humana, pero sobre todo tener la humildad, que es la única manera de llegar a tan sublime sabiduría para poder  cumplir el plan de Dios en nuestras vidas.

 

Gracias maestra por inspirarme a ser mejor pianista, pero sobretodo, mejor ser humano y gracias Omar Alejandro, pues hoy comprendí que Dios siempre nos manda angelitos disfrazados de personitas para que a través de ellos podamos aprender a escucharlo. Eres un ejemplo de virtud y de perseverancia, y ese don que Dios te dio será un instrumento para que muchos niños como tú luchen por sus sueños.

Lo prometido es deuda, aquí está tu pieza favorita Alex, aunque tú la tocas más lindo J




Y esta te la dedico a ti Alex, es una de mis favoritas, se llama corazón de niño, te va muy bien. Fue un placer coincidir.


 


Autor: Myriam Orozco.

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