Hace cierto tiempo mientras
asistía a lecciones, el profesor empezó a hablar mal de las personas que creían
en Dios. En realidad no se le podía llamar ateo pues creía, y mucho, en sí
mismo.
Ya había dado un buen rato
el tema, así que no pude evitar pedir la palabra y me puse de pie.
“Profesor”- Le dije, ¿Usted
creería en Dios si lo viera actuando? Me refieroa que si le digo en este momento frente a
todos que saque una moneda y la muestre, luego que cierre su mano y que al
abrirla la moneda sea otra totalmente diferente ….¿Creería usted en Dios?.
Luego de un breve silencio
que se me hizo eterno, y de algunas miradas penetrantes, el profesor me dijo
que probablemente si creería si pasaba aquel “milagro”.
Tome asiento y le dije:
-“No se preocupe profesor,
así puede estar seguro de que nunca creerá”. Dios no es un mago ni se presta a
trucos baratos para que personas que NO QUIEREN CREER lo hagan.
La primera condición para
ver a Dios es TENER FE, osea convicción de algo que no está viendo. Usted
pretende ver a Dios sin tener FE y por eso no podrá verlo hasta que se decida a
tener FE. En realidad me sentí muy
triste como para creer que muchos de nosotros, incluso quienes hemos dicho
conocer a Dios, le pedimos muchas pruebas absurdas de prosperidad material,
convirtiendo a Dios en un prestamista de milagros, cuando la virtud de todo
profeta ha sido ver el milagro antes de que suceda, con los ojos de la FE.
No pidas pruebas para creer,
cree y verás todas las pruebas.
Cree en un Dios grande y
verás a un Dios grande.
Autor: Arturo Quirós.
Publicado por: P. Patrick Corrigan L.C
Video: Proyecto GTG
Madre,
te mereces una corona, porque eres Reina, solía decimos el Padre Kentenich, Fundador del
Movimiento de Schoenstatt: “María no es Reina porque nosotros la coronamos,
sino que nosotros la coronamos porque ya es Reina”. ¿Y por qué la Sma. Virgen
es Reina?
A.1 María es Reina,
en primer lugar, porque Dios mismo la coronó Reina. Según el plan de
Dios, Jesucristo y su Madre están inseparablemente unidos por la obra de
redención, tanto aquí en la tierra como allá en el cielo. Y el Hombre-Dios es
Rey del universo. Entonces, por designio divino, también su Madre tiene que ser
Reina, al lado de su Hijo. Dios la hizo Reina - en último término - porque es
la Madre del Rey. Y para ser digna Madre del Rey, Dios la llenó de privilegios
extraordinarios: su Inmaculada Concepción, su plenitud de gracia.
María no es Reina por
mérito propio, sino por su relación única con el Hijo. Pero como Cristo se hizo
Rey en el monte Calvario, así también Ella tuvo que conquistar su ser Reina, al
pie de la cruz.
A.2 María es Reina,
en segundo lugar, porque la Iglesia la coronó Reina. La Iglesia
considera que María, a partir de su asunción a los cielos, está sentada como
Reina al lado de su Hijo y ejerce con Él su función real. Y esto nos sugiere un
segundo motivo para coronar a María:
B. Madre, te mereces
una corona, porque tienes poder real. La Sma. Virgen tiene poder de gobernar
junto con su Hijo. Santo Tomas de Aquino dice sobre ello: “María tiene una
dignidad casi infinita, por lo tanto tiene también un poder casi infinito”. Es
decir, Ella puede opinar, tiene poder e influencia en los planes de Dios. Después de haber
visto brevemente el sentido de la coronación, nos surge ahora la pregunta: y
nosotros, ¿por qué nosotros queremos coronar a María?
1.
Madre, te mereces una corona, como testimonio de nuestra gratitud. Con la corona queremos agradecerle a María por los años
de su presencia y actuar en medio de nosotros. Ha convertido el pequeño
Santuario en un lugar de encuentro con Ella. Ha transformado esta tierra en una
verdadera morada de Dios. Ha ampliado este lugar y se ha construido aquí tantas
casas para acoger y mimar a sus hijos.
Por todo ello y mucho
más queremos agradecerle a nuestra Madre. Por todo ello, María se ha
manifestado Reina a lo largo de estos años.
2. Madre, te mereces una corona, como expresión de nuestro desvalimiento. Somos tan pequeños, tan débiles, tan impotentes frente a las grandes
tareas de la vida. Nos cuesta tanto ser buenos padres, esposos, hijos,
hermanos. Nos resulta difícil aceptar a los demás con sus fallas y
limitaciones, Y más todavía, ser generosos, comprensivos, bondadosos Y tolerantes
con ellos. Nos cuesta ser auténticos, honestos y coherentes, en contra del
ambiente corrupto que nos rodea. Nos resulta casi imposible vencer nuestras
faltas de carácter, defectos y vicios, y aspirar seriamente a la perfección Y
santidad cristiana.
Frente a todas estas
limitaciones Y muchas otras, decimos con humildad: coronar a María significa
reconocer nuestra propia impotencia que necesita del poder y del amor de
nuestra Reina. Significa confiar ciegamente en Ella, esperar todo de su poder y
amor, pedirle que Ella nos acompañe y fortalezca en nuestro camino.
3. Madre, te mereces
una corona, como signo de nuestro compromiso. Sabemos que tenemos
que colaborar con nuestra Reina, ponernos a su disposición, ofrecemos como sus
instrumentos. Ella necesita de nosotros, necesita nuestras manos, nuestros
ojos, nuestros corazones, para poder realizar su gran misión en medio de
nuestro pueblo. Para eso quiere preparamos, formamos y educamos. Seamos
generosos e incondicionales para con nuestra Madre, seamos servidores e hijos
dignos de nuestra Reina. Recordemos todo lo grande que hizo ya con nosotros y
por medio de nosotros, a pesar de nuestra fragilidad. Si seguimos luchando al
lado de María, podemos estar seguros de la victoria, porque Ella es la Madre,
Reina y Victoriosa.
¡Madre, te mereces una
corona!
¡Qué así sea! En el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Autor: Padre Nicolás
Schwizer Instituto de los
Padres de Schoenstatt
Por cada persona que intente dañarte existen mil que te van a tender la mano
Si te caes te levantarás con más fuerza
Por cada tropieza hay un aprendizaje
Entre más fracases más grande será la sabiduría que obtengas
Y eso significa que ya lo lograste pues el que no intenta nunca gana.
Más gana el que fracasa mil veces que el que nunca lo intentó
Así que si hoy te encuentras al inicio del camino recuerda que no importa cuan difícil parezca la situación, cuan fuerte sea la tormenta, cuanto obstáculos tengas que vencer y cuántos caminos tengas que recorrer, lo único que realmente importa es con que actitud los vas a enfrentar, la fuerza está dentro de ti, y cuando descubres eso no hay nada que te detenga.
Un santo muy antiguo cuenta así como fue la muerte de ls Sma. Virgen.
Ella murió de amor. Era tanto el deseo de irse al cielo donde estaba su hijo, que este amor la hizo morir. Unos 14 años después de la muerte de Jesús, cuando ya había empleado todo su tiempo en enseñar la religión del Salvador a pequeños y grandes, cuando ya había consolado a tantas personas tristes, y había ayudado a tantos enfermos y moribundos, hizo saber a los apóstoles que ya se aproximaba la fecha de partir de este mundo a la eternidad.
Los apóstoles la amaban como a la más bondadosa de todas las madres y se aproximaron a viajar para recibir de sus maternales labios los últimos consejos, y de sus sacrosantas manos su última bendición.
Fueron llegando, y con lágrimas copiosas, y de rodillas besaron esas manos santas que tantas veces los habían bendecido.
Para cada uno de ellos tuvo la excelsa señora palabras de consuelo y esperanza. Y luego, como quien se duerme en el más plácido de los sueños, fue ella cerrando santamante los ojos, y su alma, mil veces bendita, partió para la eternidad. La noticia cundió por toda la ciudad y no hubo cristiano que no viniera a rezar junto a su cadaver, como por la muerte de su propia madre.
Su entierro más parecía una procesión de pascua que un funeral. Todos cantaban el Aleluya con la más firme esperanza de que ahora tenían una poderosísima protectora, para interceder por cada uno de los discípulos de Jesús.
En el aire se sentían suavísimos aromas, y parecía escuchar cada uno armonías de suave música.
Pero Tomás, ápostol, no había alcanzado a llegar a tiempo, cuando llegó ya habían vuelto de sepultar a la Sma. Madre.
Pedro-dijo Tomás- no me puedes negar el favor de ir a despedirme de mi madre amabilísima y darle un último beso en esas manos santas que tantas veces me bendijeron. Y Pedro aceptó.
Se fueron todos hacia su santo sepulcro, y cuando ya estaban cerca empezaron a sentir, de nuevo, suavísimos aromas en el ambiente y armoniosas músicas en el aire.
Abrieron el sepulcro y en vez del cadáver de la Virgen, encontraron solamente..... una gran cantidad de flores muy hermosas. Jesucristo había venido resucitado a su madre santísima y la había llevado al cielo. Esto es lo que llamamos Asunción de la Virgen (cuya fiesta se celebra hoy 15 de agosto).
Y quien de nosotros, si tuviera los padres del hijo de Dios, no hubiera hecho lo mismo con su propia madre?
Santa Teresa diceque vió un día de la Asunción cómo fue la llegada de la Santísima Virgen al cielo y que desde ese entonces quedó con el inmenso deseo de sufrir y trabajar por conseguir un puesto en el paraíso.
"Y apareció en el cielo una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y 12 estrellas a su alrededor, más impresionante que un ejército de batalla". Fuente: Texto extraído del libro "Vidas de Santos" tomo 3
Hoy es un día muy especial,
pensaba como explicar lo que he sentido ahora que hace un año que no estás
conmigo, y es que vivimos tantos momentos juntos, fue tanto el amor que nos
diste y tanto el bien que siempre nos procuraste, con tus oraciones, tus sacrificios,
tu entrega, que simplemente quise pensar o no, quiero asegurar que ese mismo
amor con el que te entregaste lo seguirás teniendo aún estando en el cielo o
quizá aún más, pero como puedo explicarles a todos esa certeza que tengo que tu
estas feliz?, que tu estas bien?, como les explico cuando se te extraña tanto?.
Pues encontré una manera de
hacerlo y es que solo platicando contigo podrías decirme cómo explicarles que
tu estas muy feliz, eso sé que a todos les dará esa paz que tanto
necesitan, y sé que la obtendré al
platicarles lo que acabo de ver.
Ayer por la noche pedí con
todas mis fuerzas poder verte en mis sueños y charlar así como siempre lo
hacíamos, con la misma ilusión y platicarte todo lo que ha pasado desde que no estás,
Tío, es que han pasado tantas cosas……. Algo especial me decía esta noche que
iba a suceder, primero porque tú ya sabes que me encanta la lluvia, me imagino
que no lo has olvidado, y antes de hacer la ultima oración de la noche, comenzó
una lluvia tan especial, que me estaba indicando lo que en momentos iba a
comenzar a vivir, sí, a vivir, pues fue más que vida lo que quisiste compartir
conmigo.
Me preparé para descansar,
cerrando mis ojos con mucha tranquilidad, ya no escuchaba voces, sólo sé que
una luz muy fuerte me guió hacia dónde te encontrabas…… Sí estoy en el cielo,
pero, como puedo yo estar aquí? …… Ya no recuerdas lo que pediste? _ una voz
muy dulce escuche diciéndome estas palabras…. Una charla con aquel al que tanto
extrañas.
En ese momento, recordé que
no había nada que te pidiera a lo que tú no respondieras con un sí. Es él, como
siempre, es mi Tío, que me sigue consintiendo
desde el cielo.
Me condujeron a el lugar
dónde aguardabas por mí, algo sorprendente, mucha paz, tanta quietud, amor,
todo se sentía al estar en ese lugar…. Nubes por todos lados. Espera que te
tienen una sorpresa., no lo dude ni un
segundo, así fuiste siempre, tan especial y siempre nos recibías con sorpresas.
Claro y sin dudar, les dijiste a tus amigos los ángeles todo lo que me
agradaba, pues las canciones que pusieron tú sabías que me gustaban.
De repente, por fin, llegué a tu habitación, donde me estabas esperando,
no sabía qué hacer cuando te vi, estabas tan bonito, y tu rostro estaba
resplandeciente, no puedo explicar la felicidad que había en tu rostro,
simplemente no era de este mundo……. Myriiii!!!! Bienvenida, me dijiste al
entrar.
Si, ese eras tú, así me
recibías, y sí, soy yo, tu Myri…. La misma de siempre.
No pude contener las ganas
de abrazarte, y corrí a tus brazos…..No sabes cuánto te he extrañado, te dije
con lágrimas en los ojos. Tu olor, no sé
como describirlo, olías a mar, a rosas, a incienso, olías a vida, vida de verdad.
La fuerza que me dio abrazarte no la puedo describir. Me llenaste de luz.
Tío, han pasado tantas
cosas, como en los viejos tiempos, te lo voy a platicar….Me escuchaste tan
tierno y cariñoso como siempre. Tío mira que mi abuelita piensa mucho en ti. Yo
lo sé, me contestaste, yo pienso aún más en ella.
Hay una razón por la que tú
estas aquí, me dijiste con una voz suave.
Yo sé lo que tú has vivido,
yo sé todo lo que han sentido en este tiempo que ya no he ido a visitarlos,
pero ustedes no saben lo que yo aquí estoy viviendo, quiero que seas la
portadora de la más grande dicha que jamás se imaginan que estoy
experimentando. Te escucho Tío, platícame.
Se levantó de donde estaba y
saco un pergamino con muchas letras. Espera, falta algo más…. Se dirige a un
costado y me muestra 3 cosas, un crucifijo, un Rosario y una estampa de la
Virgen.
Yo no podía creer lo que
estaba viendo, era la imagen de la Virgen de Guadalupe que yo tengo en mi
recamara, tu Virgen, Tío ahora ella me cuida todas las noches… Te dije con
ilusión.
Enseguida, sacaste el
pergamino y me mostraste que en él estaban los nombres de toda la familia,
incluyendo el mío. Esto, me dijiste es el más bello regalo que quiero que te
llevas, anda y diles que este pergamino lo he escrito ayudado por la Virgen,
nuestra madre del cielo, con ella platico todos los días, a ella se los he
encomendado y todos los Ángeles me han ayudado a escribirlo, cada uno tiene un
Ángel que la Virgen les ha encomendado.
Tío entonces ella nos
conoce?..... No sólo eso, ella los ama y los protege en cada segundo de sus
vidas. Es la madre más amorosa que se puedan imaginar, ella ha intercedido por
mí para que yo los siga cuidando siempre.
No pude contener mis
lágrimas, en ese momento comprendí porque en todos los momentos en que
necesitaba fuerzas, siempre sentí una mano tan fuerte y tan llena de luz. Ahora
comprendo porque me he sentido tan cerca de ella y de Dios, ahora comprendo
porque en verdad nunca he estado sola, y sé que tú estabas siempre a mi lado,
yo lo sabía.
Así es, todos los días al
ver la imagen de la Virgen en mi recamara me llenaba de fuerza, es que tu
siempre le platicas de mí, ahora entiendo.
Pues entonces ve y diles lo
que viste, ve y muéstrales lo que hago cada día, diles que no me olvido de
ellos y que nunca lo haré. Diles también que confíen en Dios, en su sabiduría,
en sus tiempos, pues él los ama por sobre todas las cosas. Cuéntales que estoy
más feliz que nunca, que puedo gozar de una paz que nunca había experimentado y
que todos los días aquí están llenos de luz, aquí sólo existen bendiciones,
diles también que yo ya no siento nada más que dicha pues siempre estoy cerca
del infinito amor de Dios y la Virgen.
Anda ve y muéstrales que
todos están rezando por ustedes, porque lo que hacía allá aquí da más frutos.
Anda ve y cuéntales que hoy soy el más feliz y que estoy preparando un espacio
para todos, aquí desde el magisterio de los Santos.
Sí Tío, no sabes que Feliz
me has hecho, no sabes cuanta dicha siento al verte tan contento, cuando se ama
a alguien tanto lo único que se desea es su felicidad y ahora entiendo que no podrías ser más feliz
como lo estás ahora. Sólo recuerda que te amamos con todo nuestro corazón y que
ahora sabemos que tú siempre vas a estar con nosotros, nada se compara con lo
que acabo de ver, si supieran, si tan solo supieran.
Tome mi pergamino, mi
Rosario, mi crucifijo, mi Virgencita y recibí de ti, como siempre tu bendición,
la cual siempre me va a acompañar. Pusiste tus manos sobre mi cabeza y todo en
mí cambio. Eras tú intercediendo por mí ante toda la corte celestial para derramar
las más grandes bendiciones en mí. Nunca te dejaste ganar en generosidad y cuán
grande es mi dicha al saber que siempre estás conmigo.
Recibe este abrazo y no
olvides nunca que aquí los voy a estar esperando, por último, dile a mi Madre
que ella tiene y siempre tendrá un lugar especial en mi corazón y ahora mucho
más al lado de la Virgen……fueron sus palabras finales.
No puedo decirte que no te
vamos a extrañar Tío, le dije por último, ya sabes, nosotros aún sentimos eso
que tu ya no conoces, sin embargo hoy
soy muy feliz porque ahora si tengo la certeza de que tú estás en el mejor
lugar, ese que Dios y la Virgen siempre te tuvieron reservado. Te quiero Tío,
mi ANGEL GUARDIAN. Pbro. Alfredo Zarate Escoto por siempre en nuestros
corazones y nosotros en el tuyo.
08 de Agosto del 2014 Un año
menos para alcanzarte en el cielo. Te amamos.
En Medjugorje, los videntes afirman que la Virgen les dijo, mientras
corría el año 1984, que el día del Bimilenario de su nacimiento era el 5 de
agosto.
El 5 de Agosto de 1984 la Santísima Virgen cumplió 2000
años
En aquella ocasión, durante los 3 días previos a la
festividad de su cumpleaños 2000, hubo en Medjugorje ayuno y oración continua.
Setenta sacerdotes confesaron ininterrumpidamente y una gran cantidad de
personas iniciaron su conversión.
“Nunca antes en mi vida lloré por causa del dolor como
esta tarde he llorado de alegría. ¡Gracias!” Ese fue el
mensaje de la Reina de la Paz de aquel 5 de Agosto de 1984. Anticipando la
fecha, la Santísima Virgen había dicho: “Los
sacerdotes que confiesen ese día (por el 5 de Agosto) experimentarán una gran
alegría”.
Los videntes dijeron que la Virgen estaba muy contenta
durante aquellos tres días de ayuno y de oración continua que habían precedido
la celebración y repitió: “¡Estoy
muy feliz! Continúen, continúen. Continúen orando y ayunando. Continúen y
háganme feliz cada día”. Los sacerdotes que estuvieron
confesando dirían después que nunca en sus vidas habían experimentado una
alegría tan grande en sus corazones.
¡Feliz cumpleaños Madre querida! Te
encomendamos nuestras intenciones y te pedimos por la paz en nuestros corazones
y en el mundo entero. Fuente: Rosas para la Gospa.
Porque la constancia nos hace lograr las
metas propuestas y por consiguiente nos induce a sentirnos satisfechos. El
resultado será tener la convicción de poder cumplir a pesar de las dificultades.
Vivir la constancia significa
¨
Adquirir retos concretos y cumplirlos.
¨
No cambiar de decisión a la primera dificultad.
¨
Hacer opciones estables y mantenerlas en el tiempo.
¨
Cumplir aquí y ahora lo que se debe y cuando se debe.
¨
No decir “podría” y “me gustaría”, sino “puedo y lo lograré”.
¨
No dejar las cosas para después.
¨
Terminar lo que se comienza. No dejar los juegos, tareas y encargos a la mitad.
¨
No desalentarse ante las dificultades.
¨
Saber esperar.
¨
Llevar a cabo las ideas, no solamente imaginarlas.
¨
Hacer las cosas en el momento, y hacerlas bien.
¨
Cumplir con esfuerzos aparentemente pequeños y sin importancia.
¨
Mantener el máximo esfuerzo de principio a fin
Porque no basta con ser
personas de un buen corazón. Es necesario ser constante en tus
determinaciones.