viernes, 21 de marzo de 2014

Dios no quita nada y lo da todo.







Evangelizar en estos tiempos es un poco difícil de explicar para quién no conoce a Dios, y es que siempre se piensa que seguir a Dios y vivir su palabra es algo así como decir “se infeliz y deja de hacer todo lo que te guste” es como un tipo de “sacrificio” mal entendido pues en realidad sacrificio viene del latín “sacrificium” que significa esforzarse para lograr un objetivo. En el ajedrez por ejemplo un sacrificio es un movimiento que entrega una pieza a cambio de obtener una ganancia mayor.

Así que, relájate y disfruta la vida al lado de Dios, pues sacrificarse a su lado es siempre obtener una ganancia, un auténtico cristiano es una persona alegre, llena de luz, de energía, que impone una energía súper positiva a dónde va y con un carisma tan único que no se puede ocultar y tan grande que quién está al lado de alguien así no puede más que decir “quiero eso” quiero ser así, me gustaría vivir y transmitir esa alegría por la vida que él tiene, pero no sólo de ese tipo de alegría ficticia que pretende aparentar una falsa felicidad, no, es esa alegría auténtica y firme, de esa que no quita la determinación y la decisión de saber decir no cuando es necesario y de ir contra corriente en este mundo que te vende tantas ideologías que están muy lejos de ser reales, esas que son tan ajenas de un ser humano con carácter y voluntad bien formados, que sin dejarse llevar, son tan alegres y tan imponentes pero con buenas obras y con buenos ejemplos, ejemplos que arrastran y que aunque no siempre se aceptan, son sin duda dignos de admiración.



En fin quién dijo que para servir y amar a Dios tienes que dejar de ser feliz, por el contrario, Dios no quita nada y te da todo. Por ello evangelizar es pues, una manera de transmitir lo que llevas dentro de ti, esa alegría, paz, felicidad y plenitud que te da el estar cerca de Dios.
Te comparto el link de su testimonio.

Una voz maravillosa canta No one de Alicia Keys, en la "audición ciega" del programa The Voice, en la RAI italiana. Raffaela Carrà y los demás miembros del jurado, Piero Pelu, J-A-X y Noemi, se vuelven ante la sorprendente estrella de la música y.... no pueden creer lo que están viendo: una joven de veinticinco años, con hábito de monja ursulina, Cristina Scuccia, canta ante ellos moviéndose como un pájaro por el escenario, entre las ovaciones de un público emocionado y vibrante.

El diálogo que viene después es lo mejor... Sor Cristina asegura ante los asombrados miembros del jurado: sí, soy real, soy una monja de verdad. Yo tengo un don, y lo entrego a los demás.

¿Y qué piensan en el Vaticano? Pues yo espero una llamada del Papa Francisco -responde con sencillez sor Cristina-, pues él nos ha invitado a salir y evangelizar, y eso es lo que estoy haciendo. Dios no nos quita nada, a mí no me ha quitado nada...

Aleteia.

Autor:  Myriam Orozco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario