La bondad conquista el mundo
Aprended la manera de
conquistar el mundo por la educación y la cultura.
No se puede
verdaderamente ser bueno, si no se es dulce, si no se es humilde, si no se es
dueño de sí y de las pasiones, si no se es prudente, si no se está bien
equilibrado moralmente, si no se está bastante alto en el amor de Dios, si no
se es desinteresado. La bondad es una mezcla de todas las perfecciones morales,
(para hablar el lenguaje del Cantar de
los Cantares), en el que entran como ingredientes “todos los ungüentos del perfumista”.
Es raro encontrar en
la vida una persona de bondad notoria y constante, sin tener que elogiar en
ella, además, todas las virtudes posibles, y con ayuda de la benevolencia que
inspira, no hay perfección moral que no se le conozca, incluso una excepcional
elevación de inteligencia.
¿Podríamos llamarla con razón virtud de las almas grandes?
Es muy poco. San
Gregorio Nacianceno se atreve a decir que: “La bondad no es otra cosa que la
divinidad misma”. Después de oír al Santo, no os podrá causar extrañeza que los
escitas dijeran a Alejandro: “Eres Dios, luego debes ser bueno”.
¿Deseáis ser buenos? ¿Creéis ahora que
siéndolo podréis conquistar el mundo?...
Fuente: Catholic.net
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