miércoles, 29 de enero de 2014

Virtud de almas grandes.


La bondad conquista el mundo

Aprended la manera de conquistar el mundo por la educación y la cultura.


 No se puede verdaderamente ser bueno, si no se es dulce, si no se es humilde, si no se es dueño de sí y de las pasiones, si no se es prudente, si no se está bien equilibrado moralmente, si no se está bastante alto en el amor de Dios, si no se es desinteresado. La bondad es una mezcla de todas las perfecciones morales, (para hablar el lenguaje del Cantar  de los Cantares), en el que entran como ingredientes “todos los ungüentos del perfumista”.



 Es raro encontrar en la vida una persona de bondad notoria y constante, sin tener que elogiar en ella, además, todas las virtudes posibles, y con ayuda de la benevolencia que inspira, no hay perfección moral que no se le conozca, incluso una excepcional elevación de inteligencia.

¿Podríamos llamarla con razón virtud de las almas grandes?





Es muy poco. San Gregorio Nacianceno se atreve a decir que: “La bondad no es otra cosa que la divinidad misma”. Después de oír al Santo, no os podrá causar extrañeza que los escitas dijeran a Alejandro: “Eres Dios, luego debes ser bueno”.



¿Deseáis ser buenos? ¿Creéis ahora que siéndolo podréis conquistar el mundo?...


Fuente: Catholic.net

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