El plan de Dios es nuestras
vidas es inmensamente mayor que el que nosotros podemos trazarnos, lo más
seguro es que todos hemos escuchado hablar del actor mexicano Eduardo
Verástegui, en esta ocasión no pretendo mencionar su trayectoria artística, sin
duda la tiene pero hay algo que ha marcado su vida y que lo ha llevado a trascender
y ser fuente de inspiración para muchos. Hoy lo tomé como ejemplo para esta
publicación ya que siempre he admirado un alma llena de Dios, todos tenemos un “ideal”
de ser humano, muchos quizá tendrán un prototipo con ciertas características físicas
e intelectuales que los hace interesantes a su criterio personal, pero sin duda
hay algo en el ser humano mucho más importante y valioso y que lo hace brillar
muy por encima de cualquier expectativa física que podemos tener y esa cualidad
la tiene sólo un alma totalmente entregada a Dios, un alma que se entrega por
completo al plan que Dios tiene en su vida.
La realidad más importante
del ser humano, de hecho, me atrevo a decir, lo único real y permanente es su
interior, existe una grandeza indescriptible en el alma del hombre, pero a qué
se debe que no todos lo reflejan de la misma manera? Que hace a los seres humanos
diferentes unos de otros? Todos tenemos
la misma dignidad humana, pues nuestra naturaleza es la misma, pero no todos
llegamos a la misma realización humana en nuestro paso por la vida y eso es por
una sencilla razón. …… Porque no conocemos la grandeza que habita en nosotros.
Aún siendo un personaje con
fama “Internacional” nunca había llegado a tantos corazones como lo ha hecho
ahora, y no es precisamente por su aspecto físico el cuál es agradable a muchas
mujeres, el físico se convierte en algo secundario ante una grandeza humana y
espiritual, pasa a un término totalmente secundario. Vemos lo que anhelamos, es
decir, el mundo está necesitado de Dios, de gente buena, de gente que lucha por
el bien, eso atrae más que nada por una sencilla razón, el ser humano por
naturaleza busca trascender y sólo lo puede lograr a través de su alma, a
través de su entrega, sólo en Dios.
Eleva tus ideales, no es el
físico o la fama o el dinero lo que te hace valioso, es esa alma que Dios te dio,
esa es la verdadera grandeza, se que en estos tiempos mucha gente vive de
apariencias, pero nunca se valora tanto
como ahora una persona llena de Fe, llena de Dios, esa es la verdadera
belleza que existe en ti.
Sé que resulta difícil ser coherente con tu fe
en un mundo que pretende lo contrario pero es posible si pones toda tu
confianza en manos de Dios. Los sacramentos, son tu mejor aleado, la oración
constante, el rosario, siempre de la mano de Dios, mantente firme en el bien,
persevera en tu ideal y recuerda que todos estamos llamados a la santidad, si
en un mundo tan hedonista y secularizado como lo es Hollywood este actor ha
podido perseverar gracias a su Fe y a su constante perseverancia, también tu en
el lugar dónde estés puedes lograrlo. Nuestro ideal es Cristo y nuestra
madre del cielo María, virtud de virtudes.
Autor: Myriam Orozco.
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