Dios nos ama, no tengamos miedo de amarlo. La fe se profesa con la boca y con el corazón con la palabra y con el amor. Papa Francisco.
Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia, ensucian
la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos,
nuestro corazón, porque ahí es donde
salen las intenciones buenas y malas: Las que construyen y las que destruyen.
No debemos tener miedo de la bondad, más aún ni siquiera de la ternura.
El mejor regalo para un hombre de Dios es una oración, por ello lo único necesario es entregar una oración de corazón y ponerle en manos de Dios.
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