Al inicio de la película “Bella” el protagonista Eduardo Verástegui cuenta
que su abuela le decía a menudo “si quieres hacer reír al Señor cuéntale los
proyectos del hombre”.
Parece una frase hecha a posta para lo sucedido a Mara Santangelo, una
tenista italiana, con talento y determinada, la cual aún teniendo un problema
en los pies que le hace sufrir cada vez que juega, el 22 de junio del 2005
estuvo a punto de realizar el sueño de su vida: jugar en Wimblendon, el
campeonato mundial de tenis y ganar contra una de las jugadoras más fuertes: la
estadounidense Serena Williams. Sin embargo, precisamente en el mejor
momento, después de haber ganado el primer set, los dolores en el pie
izquierdo se hacen insoportables, pide permiso para ir al baño, se quita
las zapatillas y sus pies eran un baño de sangre.
Estoicamente Mara vuelve al campo, juega durante los dos sets siguientes,
pero no hay más partida, no consigue apoyar más lo pies sin sentir punzadas de
dolor.
Su humor es negro, reza y se lamenta, se dirige a su
madre en el cielo, se enfada con el Señor porque parece que la haya abandonado
precisamente en el momento más importante. Aún sufriendo en los pies desde
nacimiento por una leve malformación, Mara había prometido a su madre que
llegaría a Wimbledon y se convertiría en una campeona de tenis.
No obstante esta decepción, Santangelo va adelante y en
el 2006, junto con Francesca Schiavone, Flavia Pennetta y Roberta Vinci conquista
la Copa del Mundo (Fed Cup). Su set es decisivo cuando gana a la belga Kirsten
Flipkens llevando a Italia al dos a dos. En el quinto y conclusivo partido la
campeona Justine Henin se vio obligada a retirarse e Italia gana por primera
vez la Fed Cup.
Santangelo comenzó a jugar al tenis con 5 años. A los 12
fue convocada al Centro Técnico Federal y siempre ha formado parte del equipo
nacional. Profesional del 1998 al 2010 ha ganado cuatro veces contra las
primeras diez del ranking mundial, cuenta con 9 torneos vencidos en individual
y 23 en dobles.No obstante su capacidad
de resistir al dolor al final del 2009 Mara debe rendirse. Después de otra
lesión, le diagnostican el Neuroma de Morton que implica la eliminación de un
nervio. Desde ese momento Mara no podrá jugar más a nivel profesional.
En el libro donde cuenta su historia “Te lo
prometo – el partido de la vida, la fuerza de la fe, el valor de levantarse”
editado por Piemme, Santangelo escribe:
“Dejar el tenis ha sido duro. El infortunio que siempre
me ha dejado lejos de la victoria y de los campos de juego me ha obligado a
combatir el partido más difícil de mi vida. No es un punto, no es un juego, no
es un set, no es un partido. Es el camino de la fe que, de repente, después de
tanto buscar, me ha iluminado el alma en Medjugorje conduciéndome donde no
imaginaba poder llegar”.
El libro de Santangelo fue presentado el 20 de julio en
San Benedetto del Tronto en el contexto de la XIII edición de la manifestación
“Escritores bajo las estrellas” promovida por la librería “la Bibliofila”.
En el libro la autora cuenta su historia
agonística y humana. Una vida difícil, con los padres que se separan cuando
ella era aún pequeña. Su amada madre muere en un accidente de tráfico, cuando
ella tenía solo 16 años. Un luto nunca aceptado en el fondo. Un intento de
reacción que la empuja a andar adelante por la promesa hecha a la madre y una
determinación que refleja la rabia contra el dolor que sufría en los pies.
En realidad Mara estaba enfadada contra el mundo, para el
dolor de pies y por la pérdida de su madre. En su camino encuentra muchas
personas que la querían mucho y la ayudaban como Giampaolo Coppo, su
entrenador, “maestro en el campo y en la vida” y muchos otros que encontrará
después de un viaje a Medjugorje.
Toda la primera parte del libro es la historia de esta rabia, y
de una incapacidad de Mara de aceptar el dolor que la penaliza y que le impide
hacer lo que más ama, jugar al tenis, y el destino adverso y cruel que la ha
privado de su amada madre.
Mara no consigue librarse de los tormentos hasta que no decide ir a
Medjugorge. Intensísima la parte del libro en la que cuenta la noche que cambió
su vida. Mara que se decía capaz de “hacer apenas la señal de la cruz y apenas
recuerda el Ave María” cuenta la primera confesión después de años de silencio
y de clausura. En fila frente al confesionario, Mara tiene miedo, pero busca el
valor, se dice “Jesús entenderá mis fragilidades. Fuerza Maretta, peor que
Williams este sacerdote no podrá ser nunca”.
Era desde el día de la Primera Comunión que Santangelo no
se confesaba. Después de arrodillarse confiesa todo, un río que se inunda. Se
siente amada, entendida, escuchada y una serenidad que nunca había sentido.
Ha escrito en el libro “ha sido el inicio de una nueva
vida”. Así Mara Santangelo, tenista con talento y fuerte, siempre muy
reservada, comienza a hacer asistencia y acogida a otros. Entra en el grupo de
Chiara Mirante “Nuevos horizontes” y participa activamente en la iniciativa
“abrazos gratis”. Confiesa “¡que felicidad ser útil al prójimo. Que alegría
acoger con amor, buscando ser fuente de compartir!”
A quién le ha preguntado: “¿por qué una persona
de éxito como tú, que tiene de todo, se pone en medio de una calle a regalar
abrazos?” Mara responde: “nuestra existencia no es nada sin amor, sin un
corazón dispuesto a donar, a amar y ser amado”.
“El verdadero renacimiento espiritual – concluye Mara –
está en el entender que a través de ti, otros pueden ver una luz que va más
allá de tu persona, más allá de la carne y la materia; la luz resplandeciente
de Cristo”.
Fuente: Zenit.org Roma 1 de Agosto del 2013
Publicado por: Rosas para la Gospa Noviembre del 2013
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