Para ser una persona exitosa no es necesario que te alejes del bien, los
hombres de bien, de fe, son más capaces de realizar cualquier cosa en
la vida, pues no olvides que estás de parte del equipo correcto, del equipo que
lideran Dios y la Virgen, el equipo de la verdad y del buen camino. Te comparto
el testimonio de Hoy, Mateo Kovacic, un Joven con un futuro prometedor,
perfilado como el futuro líder futbolista europeo, el cuál tiene una Fe enorme
en la Virgen y a su corta edad 18 años afirma con mucha paz y firmeza que “Cuando
crees en Dios no le temes al demonio”. Cuando estás cerca del equipo ganador no
hay nada que temer, estoy segura que te va a motivar su testimonio.
Fichaje estrella del Inter de Milán con tan sólo 18 años,
ya triunfaba en el fútbol pero seguía siendo monaguillo. Gran devoto de la
Virgen asegura que la oración es su fuente.
Mateo Kovacic pasa por ser uno de los grandes talentos
del fútbol europeo que está por venir. Con sólo 18 años se ha convertido en uno
de los fichajes más caros de la temporada. El Inter de Milán pagó nada menos
que 15 millones por hacerse con el futbolista croata, después de que despuntara
en el Dinamo de Zagreb, uno de los mejores equipos del país balcánico.
Dentro de sus múltiples cualidades brilla sobre todo por
una visión de juego espléndida, un gran talento en la media punta, un último
pase demoledor, mucho olfato de gol, y una fe sólida, inquebrantable. “Mi fe en
Dios me hace más fuerte a la hora de afrontar los partidos”.
Una infancia peculiar
Kovacic nació un 6 de mayo de 1994 en Linz, Austria. Hasta ahí se habían mudado sus padres en 1991, huyendo de la guerra de los balcanes, procedentes de Kotor Varos, una ciudad eminentemente poblada por ortodoxos y que fue devastada por los serbios.
Kovacic nació un 6 de mayo de 1994 en Linz, Austria. Hasta ahí se habían mudado sus padres en 1991, huyendo de la guerra de los balcanes, procedentes de Kotor Varos, una ciudad eminentemente poblada por ortodoxos y que fue devastada por los serbios.
En tierras austriacas dio sus primeros pasos como
futbolista, creciendo en el seno de una educación católica. “Era un niño
tranquilo, valiente y muy religioso. Iba todos los domingos a misa“. Así le
definían sus padres, que en 2007 decidieron volver a casa.
No fue sencillo, pues Kovacic ya estaba llamando la
atención de diversos clubes europeos. La Juventus, el Ajax o el Stuttgart, que
incluso llegó a ofrecer un trabajo a sus padres, quisieron hacerse con sus
servicios. Pero todos decidieron que lo mejor era regresar a Croacia.
Un grave traspié
Nada más llegar, Kovacic se enroló en las filas del Dinamo de Zagreb, el gigante croata futbolísticamente hablando. Aunque sólo contaba con 13 años, pronto despertó el interés de técnicos y aficionados. Fue ascendido a un equipo dos categorías más alto del que le correspondía por su edad.
Nada más llegar, Kovacic se enroló en las filas del Dinamo de Zagreb, el gigante croata futbolísticamente hablando. Aunque sólo contaba con 13 años, pronto despertó el interés de técnicos y aficionados. Fue ascendido a un equipo dos categorías más alto del que le correspondía por su edad.
Pero en 2009, con quince años, sufrió un duro revés. Una
doble fractura de tibia y peroné, con una complicada operación, le mantuvieron
diez meses sin poder jugar a fútbol. “Me apoyé en la fuerza de Jesús para pasar
ese mal momento. Definitivamente, volví aún más fuerte gracias a Él. Son
experiencias que hacen que tu cabeza se vuelva más fuerte”.
Estrella precoz
Y sin duda, así fue. Sólo un año después ya debutaba en el primer equipo del Dinamo, convirtiéndose en el futbolista más joven que llegaba a la Primera División de Croacia. Por si fuera poco, en el mismo día de su debut, el 20 de noviembre, con 16 años y 198 días, marcaba su primer gol, lo que le convertía en el goleador más joven de toda la historia en el fútbol croata.
Y sin duda, así fue. Sólo un año después ya debutaba en el primer equipo del Dinamo, convirtiéndose en el futbolista más joven que llegaba a la Primera División de Croacia. Por si fuera poco, en el mismo día de su debut, el 20 de noviembre, con 16 años y 198 días, marcaba su primer gol, lo que le convertía en el goleador más joven de toda la historia en el fútbol croata.
A pesar de ello, y de la lógica fama que alcanzó en su
país, Mateo Kovacic continuaba mostrando día a día su fe. No en vano, pese a
ser la nueva estrella en Croacia, continuaba no sólo acudiendo a misa todos los
domingos, sino que seguía oficiando de monaguillo.
En la iglesia encontró el amor
Aquello le valió algunas burlas de sus amigos y compañeros de equipo, pero como el mismo Kovacic afirma, “no me importaba, nunca me molesté, y nunca dejé de hacerlo. Ahora lo veo con cierto humor…”.
Aquello le valió algunas burlas de sus amigos y compañeros de equipo, pero como el mismo Kovacic afirma, “no me importaba, nunca me molesté, y nunca dejé de hacerlo. Ahora lo veo con cierto humor…”.
Entre otras cosas, porque fue precisamente en la iglesia
donde conoció a su novia. Isabel era corista del coro de la parroquia. Una vida
tan reservada la suya que no fue hasta cuando llegó al Inter este enero que dio
a conocer su nombre, para disgusto de la prensa croata, que durante más de dos
años estuvo tratando de investigar de quién se trataba.
Fichaje soñado
Después de explotar en el Dinamo de Zagreb, Mateo Kovacic fue relacionado con varios de los mejores equipos de Europa. Entre ellos, el Real Madrid. Sin duda, el hecho de ser escogido como el mejor futbolista joven de Europa por el diario alemán Bild ha ayudado a ello.
Después de explotar en el Dinamo de Zagreb, Mateo Kovacic fue relacionado con varios de los mejores equipos de Europa. Entre ellos, el Real Madrid. Sin duda, el hecho de ser escogido como el mejor futbolista joven de Europa por el diario alemán Bild ha ayudado a ello.
Fue el Inter, el pasado 31 de enero, quien finalmente se
llevó el gato al agua. Tuvo que pagar 15 millones por un jugador que ya ha sido
comparado con Messi. Aunque él, modesto, rehuye tal analogía. “No
tengo ni un 10% del talento de Messi”, afirma. “Pero con mucho trabajo y la
ayuda de Dios me puedo convertir en un gran futbolista”.
No es raro oír esas palabras provenientes del futbolista
croata. Desde el primer momento de llegar a Italia no ha tenido ningún problema
en de hablar de su fe. “No tengo problemas en decir que creer me da fuerza, me
ayuda a jugar mejor” ni en reconocer que “normalmente, debajo de la camiseta
del equipo, me pongo una camiseta con una imagen de Jesús“.
Por eso, a nadie extrañó cuando, el día previo al “Derbi
de la Madonnina” (partido entre el Milán y el Inter, y que recibe ese
nombre por la estatua de la Virgen María situada en la cima del Duomo), Kovacic
declaró que “cuando uno cree en Jesús, no tiene miedo del diablo“, sobrenombre
con el que se conoce al Milán.
Habitual de Medjugorje
Cómo el mismo ha reconocido en más de una ocasión, cuando puede acude en peregrinación al Santuario de la Virgen en Medjugorje. De hecho, se encontraba en Herzogovina cuando recibió la llamada del Inter. “Es algo realmente maravilloso para mí.Aquí puedes ir a Misa todos los días. Es realmente bello poder estar aquí, y me enorgullece ver que siempre somos bien recibidos en Herzegovina”, afirma Kovacic.
Cómo el mismo ha reconocido en más de una ocasión, cuando puede acude en peregrinación al Santuario de la Virgen en Medjugorje. De hecho, se encontraba en Herzogovina cuando recibió la llamada del Inter. “Es algo realmente maravilloso para mí.Aquí puedes ir a Misa todos los días. Es realmente bello poder estar aquí, y me enorgullece ver que siempre somos bien recibidos en Herzegovina”, afirma Kovacic.
Un futbolista que sueña en convertirse en una de las
estrellas de Europa, pero que tiene claro que debe ir poco a poco, y bien
acompañado. “Rezo antes de todos los partidos. Me da la fuerza y la inspiración
para jugar, y el poder saber que todo va a estar bien. Como cualquier persona
normal, tengo mis heridas y debilidades, y la oración y la fe me ayudan a
superarlo“.
Fuente: www.religionenlibertad.com
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