martes, 17 de junio de 2014

Novena a la Reina de la Paz: Día 2


ORACIONES PARA TODOS LOS DIAS (Al inicio)
Invocación al Espíritu Santo







Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el cielo un
rayo de tu luz.

Ven, Padre de los pobres,
ven, dador de los dones,
ven, luz de los corazones.

Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
suave alivio.

Descanso en la fatiga,
brisa en el ardiente estío,
consuelo en el llanto.

¡Oh, luz santísima,
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles!

Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.

Lava lo que está sucio,
riega lo que está seco,
sana lo que está enfermo.

Doblega lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está desviado.

Concede a tus fieles
que en Ti confían,
Tus sagrados dones.

Dales el premio de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén. Aleluya, Aleluya.

V. Envía Tu Espíritu Señor
y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos

Oh Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos por este mismo Espíritu, gozar siempre de su consuelo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén

(Al final)

El Magníficat

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Lc 1:46-55.

(Gloria al Padre)

Consagración al Corazón Inmaculado de María

Oh, Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor. Que la llama de tu Corazón, María, descienda sobre todos los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime en nuestro corazón el verdadero amor, así tendremos un deseo continuo por Ti. Oh María, dulce y humilde de Corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en pecado, Tú sabes que todos los hombres pecan. Concédenos por medio de tu Corazón Inmaculado, ser curados de toda enfermedad espiritual. Haz que siempre podamos contemplar la bondad de tu Corazón maternal y por medio de la llama de tu Corazón haz que nos convirtamos. Amén.

Instrumento de Paz

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: Donde haya odio, lleve yo tu amor, donde haya ofensa, lleve yo el perdón; donde haya discordia, lleve yo la unión; donde haya error, lleve yo la verdad; donde haya duda, lleve yo la fe; donde haya desesperación, lleve yo la esperanza; donde haya tinieblas, lleve yo la luz; donde haya tristeza, lleve yo la alegría. Oh Maestro, haz que yo no busque: Ser consolado, sino consolar; ser comprendido, sino comprender; ser amado, sino amar. Porque, dando, se recibe, perdonando, se es perdonado; muriendo, se resucita a la vida eterna. Amén.

Oración por un enfermo

Oh Dios mío, este enfermo que está aquí delante de Ti, ha venido a pedirte lo que él desea y piensa que es lo más importante para él. Tu, oh Dios, haz que entren en su corazón estas palabras: "¡Es más importante ser sanados del alma!". Señor, hágase sobre él tu santa voluntad en todo! Si Tú quieres que se sane, dale la salud. Pero si tu voluntad es diversa, que continúe llevando su cruz. Te rogamos también por nosotros que oramos por él; purifica nuestros corazones para que seamos dignos de donar, a través de nosotros mismos, tu santa misericordia. Protégelo y alivia sus penas, hágase en él tu santa voluntad. Que tu santo nombre sea revelado a través de él; ayúdalo a llevar con amor su cruz. Amén.

(Gloria al Padre, 3 veces)

Invocaciones a María Reina de la Paz

(Para todos los días)

María Santísima, que al recibir el anuncio del Ángel Gabriel concebiste en tu seno virginal a Jesucristo "Rey de la Paz", concédenos bajo tu protección y auxilio, ser en el mundo auténticos instrumentos de paz:

. Para que la paz reine en el corazón de todos los hombres, especialmente, en quienes procuran la violencia, R/. María Reina de la Paz, Ruega por nosotros.

. Para que la paz reine en todos aquellos que no han experimentado en sus vidas el amor de Dios,

. Para que la paz reine en todas las familias,

. Para que la paz reine siempre en la Iglesia de Cristo y se empeñe en difundirla,

. Para que la paz reine en las parroquias y comunidades cristianas,

. Para que la paz reine en nuestros centros educativos y lugares de trabajo,

. Para que la paz reine siempre en nuestro país,

. Para que la paz reine en todo el universo.




Oración

Concédenos, Señor, a tu hijos el don de tu gracia, para que cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la poderosa intercesión de la Virgen María, consigamos aumentar tu paz en nuestros corazones, nuestras familias y en el mundo entero. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


SEGUNDO DIA (17)


LA FE


Cuando la Virgen habló por primera vez sobre la paz, mencionó que para lograrla: "era necesario tener fe". Y la fe también ocupa un puesto relevante en la predicación de Jesús. En cierta ocasión el Señor dijo: "Tened fe en Dios, Yo os aseguro que quien diga a este monte: “Quítate y arrójate al mar y no vacila en su corazón, sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis" Mc 11,22-24. La fe es la virtud teologal por medio de la cual el hombre se adhiere personalmente a Dios; y al mismo tiempo, e inseparablemente, el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. Es un don sobrenatural de Dios y un acto humano, consciente y libre, que corresponde a la dignidad de la persona humana. De la fe, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica que, "Abraham es el mejor modelo y la Virgen María su realización más perfecta". CIC 144.


La Virgen con su presencia prolongada en Medjugorje pretende despertar la fe de los creyentes, a fin de obtener la paz y la conversión de los hombres. La Virgen ha dicho, que "para tener una fe firme es necesario dedicar tiempo a la oración y al ayuno." Ha dicho además, que "no se debe ahondar demasiado en los problemas y en las preocupaciones, porque Dios tiene siempre su mirada en nosotros." El mundo racionalista y materialista de hoy con sus propias capacidades y tecnologías, parece haber descuidado la fe. La Virgen ha dicho que "el mayor pecado del hombre de hoy consiste en la indiferencia a Dios".


Curiosamente, no ha dicho que es el aborto, la drogadicción, el alcoholismo, o los divorcios... "sino la indiferencia a Dios". Y era de esperarse, porque la indiferencia a Dios, es la raíz de todos los males que afectan la humanidad. Pero hay que destacar, que el pecado de la indiferencia a Dios no es sólo de los ateos, sino también de muchos creyentes. De aquellos que no ven el sentido de acudir a Misa regularmente, ayunar, leer la Biblia, Adorar a Jesús Sacramentado, comprometerse con la Iglesia... También allí hay una marcada indiferencia a Dios, falta de fe. La Virgen entonces, viene a renovar la vida cristiana. Invita a todos a darle a Dios el primer lugar en sus vidas. De esta manera se comienza a trabajar por la paz. Ella dice:


"¡Queridos hijos!: Escuchad: yo deseo hablaos e invitaos a que tengáis más fe y más confianza en Dios que os ama sin medida. Hijos míos, vosotros no sabéis vivir en la gracia de Dios, y por eso os invito de nuevo a llevar la Palabra de Dios en vuestros corazones y en vuestros pensamientos. Hijos míos, poned la Biblia en un puesto bien visible en vuestra familia: leedla y vividla. Instruid a vuestros hijos, porque si vosotros no sois ejemplo para ellos, se encaminarán hacia el ateísmo. Reflexionad y orad. De esta manera nacerá Dios en vuestro corazón y vuestro corazón estará lleno de alegría. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-8-96.


PRECES


María Santísima es la imagen de lo que el hombre puede llegar a ser cuando se abre a la Palabra de Dios. Por su intercesión, invocamos a Dios nuestro Padre.


· Por el pueblo santo de Dios: para que, como María, que cooperó de manera especial en la obra de la redención, sea también testigo de la fe ante el mundo. Roguemos al Señor.


· Por nuestros pastores: para que, imitando a la Virgen fiel, precedan y guíen al pueblo en la fidelidad a Cristo y lleven a los pobres la Buena Noticia de la salvación. Roguemos al Señor.


. Por todos los que se entregan al servicio de los pobres, de los enfermos y de las personas ancianas: para que, como María en su visita a Isabel, sean imagen de la solicitud de Cristo por los hermanos. Roguemos al Señor.


. Por los padres y madres de familia: para que, a ejemplo de María, que vivió la experiencia de la vida privada de Jesús en Nazaret, sepan vivir en la realidad cotidiana la luz y la fuerza de la fe. Roguemos al Señor.


. Por nosotros y por nuestra asamblea: para que, invocando a María como Reina de la Paz, recibamos de Ella la perseverancia hasta el día luminoso del encuentro con su Hijo en el Templo de la gloria. Roguemos al Señor.


Oración


Oh Dios, que has hecho de la Virgen María, Esposa de tu Espíritu, la Colaboradora generosa del Redentor, concédenos también a nosotros adherirnos a Cristo, tu Palabra viviente, para cooperar en la salvación del mundo, Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Fuente: www.centromedjugorje.org










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