Invocación al Espíritu
Santo
Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el cielo un
rayo de tu luz.
y envía desde el cielo un
rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres,
ven, dador de los dones,
ven, luz de los corazones.
ven, dador de los dones,
ven, luz de los corazones.
Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
suave alivio.
dulce huésped del alma,
suave alivio.
Descanso en la fatiga,
brisa en el ardiente estío,
consuelo en el llanto.
brisa en el ardiente estío,
consuelo en el llanto.
¡Oh, luz santísima,
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles!
Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.
Lava lo que está sucio,
riega lo que está seco,
sana lo que está enfermo.
riega lo que está seco,
sana lo que está enfermo.
Doblega lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está desviado.
calienta lo que está frío,
endereza lo que está desviado.
Concede a tus fieles
que en Ti confían,
Tus sagrados dones.
que en Ti confían,
Tus sagrados dones.
Dales el premio de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén. Aleluya, Aleluya.
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.
Amén. Aleluya, Aleluya.
V. Envía Tu Espíritu Señor
y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
y será una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos
Oh Dios, que has
instruido los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos
por este mismo Espíritu, gozar siempre de su consuelo. Por Cristo Nuestro
Señor. Amén
SEXTO DÍA (21)
LA BIBLIA
La Virgen propone
a las familias que tengan en su hogar, un espacio reservado a la oración,
denominado, en la tradición cristiana: “altar familiar.” En el centro del
mismo, un Crucifijo y delante de él, la Biblia abierta, a fin de estimular a
todos a la lectura y la meditación. También puede incluir la imagen de la
Virgen, agua bendita y el Santo Rosario.
El altar familiar
es un lugar privilegiado para el encuentro de oración diario o semanal. En él
se reza el Rosario y se medita la Sagrada Escritura de acuerdo al calendario
litúrgico. La Virgen hablando de la importancia de la meditación diaria de la
Palabra de Dios dijo:
"¡Queridos
hijos!: Os revelo un secreto espiritual: si queréis estar más fuertes contra el
mal, haceos una conciencia activa. Para esto, orad mucho por la mañana y leed
un texto del Evangelio. Grabad la Palabra divina en vuestro corazón y vividla
durante la jornada, sobre todo en las pruebas, y en la noche estaréis más
fuertes". 3-8-84.
La Madre de Dios
espera también, que los padres enseñen a sus hijos a leer y meditar la Biblia.
Que oren con ellos y les den buenos consejos. Advierte, además, que "la
televisión es un peligro moral para las familias": Por culpa de la
televisión, muchos ya no saben orar. Sería muy bueno renunciar a la televisión,
porque después de haber visto los programas están distraídos y no logran entrar
en oración. Podéis renunciar al alcohol, al cigarrillo y a otros placeres. Cada
uno de vosotros sabe a qué puede renunciar. 8-12-81
Cuando le abrimos
el corazón a María es fácil renunciar a los placeres y encontrar el tiempo para
orar en familia. También el Papa ha dicho: "La familia que reza unida,
permanece unida”. El Santo Rosario, por antigua tradición, es una oración que
se presta particularmente para reunir a la familia. Contemplando a Jesús, cada
uno de sus miembros recupera también la capacidad de volverse a mirar a los
ojos, para comunicar, solidarizarse, perdonarse recíprocamente y comenzar de
nuevo con un pacto de amor renovado por el Espíritu de Dios. Muchos problemas
de las familias contemporáneas, especialmente en las sociedades económicamente
más desarrolladas, derivan de una creciente dificultad para comunicarse. No se
consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunión quedan absorbidos
por las imágenes de un televisor. Volver a rezar el Rosario en familia
significa introducir en la vida cotidiana otras imágenes muy distintas, las del
misterio que salva: la imagen del Redentor, la imagen de su Madre
santísima". RVM 41
La Biblia y el
Rosario, pues, son medios apropiados para que la familia cristiana recupere su
vocación al amor y esté más abierta a la voluntad de Dios. Ya Jesús había
indicado: "Todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica,
será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia,
vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella
casa; pero ella no cayó porque estaba cimentada sobre roca." Mt 7,24-26.
La Virgen en Medjugorje recuerda que la Palabra de Dios y la oración son
"roca" del hogar. En un mensaje dijo:
"¡Queridos
hijos!: Escuchad: Yo deseo hablaos e invitaos a tener más fe y confianza en
Dios que os ama sin medida. Hijos míos, vosotros no sabéis vivir en la gracia
de Dios. Por eso, nuevamente os llamo a todos a llevar la Palabra de Dios en el
corazón y en vuestros pensamientos. Hijos míos: Poned la Biblia en un lugar
visible en vuestras familias; leedla y vividla. Instruid a vuestros hijos,
porque si vosotros no sois ejemplo para ellos se encaminarán por el ateísmo.
Reflexionad y
orad; entonces Dios nacerá en vuestros corazones y vuestros corazones estarán
alegres. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!" 25-8-96.
PRECES
Dios ha querido
que la Madre de su Hijo fuese Santísima, llena de gracia y de bendición. Oremos
para que haga partícipe a la Iglesia y a la humanidad de esta misma riqueza.
. Por la Iglesia
peregrina en el mundo: para que medite, como María, la Palabra de Dios y
conforme su vida al mensaje que anuncia. Roguemos al Señor.
. Por los
discípulos del Señor: para que aprendan a valorar la pobreza y la riqueza con
la sabiduría del "Magníficat". Roguemos al Señor.
. Por los
cristianos que viven en la incertidumbre para que, a ejemplo de la Virgen
María, se fíen totalmente del Señor. Roguemos al Señor.
. Por los que de
manera particular están viviendo el misterio del dolor: para que, en comunión
con la Virgen María, saquen consuelo y esperanza de las fuentes del Salvador.
Roguemos al Señor.
. Por nosotros:
para que, como María, la mujer fuerte, seamos adultos en la fe y cooperemos al
misterio de la redención. Roguemos al Señor.
Oración Dios de la
salvación, que en María has escuchado las expectativas y súplicas de la
humanidad; haz que esta generación nuestra, libre de toda forma de orgullo y
violencia, construya con la fuerza de tu Espíritu la nueva civilización del
amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Al final)
El Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra
mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí, su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación. El hace proezas con su brazo, dispersa a los
soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los
humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide
vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo
había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por
siempre. Lc 1:46-55.
(Gloria al Padre)
Consagración al Corazón Inmaculado de María
Oh, Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad,
muéstranos tu amor. Que la llama de tu Corazón, María, descienda sobre todos
los hombres. Nosotros te amamos inmensamente. Imprime en nuestro corazón el
verdadero amor, así tendremos un deseo continuo por Ti. Oh María, dulce y
humilde de Corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en pecado, Tú sabes que
todos los hombres pecan. Concédenos por medio de tu Corazón Inmaculado, ser
curados de toda enfermedad espiritual. Haz que siempre podamos contemplar la
bondad de tu Corazón maternal y por medio de la llama de tu Corazón haz que nos
convirtamos. Amén.
Instrumento de Paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz: Donde
haya odio, lleve yo tu amor, donde haya ofensa, lleve yo el perdón; donde haya
discordia, lleve yo la unión; donde haya error, lleve yo la verdad; donde haya
duda, lleve yo la fe; donde haya desesperación, lleve yo la esperanza; donde
haya tinieblas, lleve yo la luz; donde haya tristeza, lleve yo la alegría. Oh
Maestro, haz que yo no busque: Ser consolado, sino consolar; ser comprendido,
sino comprender; ser amado, sino amar. Porque, dando, se recibe, perdonando, se
es perdonado; muriendo, se resucita a la vida eterna. Amén.
Oración por un enfermo
Oh Dios mío, este enfermo que está aquí delante de
Ti, ha venido a pedirte lo que él desea y piensa que es lo más importante para
él. Tu, oh Dios, haz que entren en su corazón estas palabras: "¡Es más
importante ser sanados del alma!". Señor, hágase sobre él tu santa
voluntad en todo! Si Tú quieres que se sane, dale la salud. Pero si tu voluntad
es diversa, que continúe llevando su cruz. Te rogamos también por nosotros que
oramos por él; purifica nuestros corazones para que seamos dignos de donar, a
través de nosotros mismos, tu santa misericordia. Protégelo y alivia sus penas,
hágase en él tu santa voluntad. Que tu santo nombre sea revelado a través de
él; ayúdalo a llevar con amor su cruz. Amén.
(Gloria al Padre, 3 veces)
Invocaciones a María Reina de la Paz
(Para todos los días)
María Santísima, que al recibir el anuncio del
Ángel Gabriel concebiste en tu seno virginal a Jesucristo "Rey de la
Paz", concédenos bajo tu protección y auxilio, ser en el mundo auténticos
instrumentos de paz:
. Para que la paz reine en el corazón de todos los
hombres, especialmente, en quienes procuran la violencia, R/. María Reina de la
Paz, Ruega por nosotros.
. Para que la paz reine en todos aquellos que no
han experimentado en sus vidas el amor de Dios,
. Para que la paz reine en todas las familias,
. Para que la paz reine siempre en la Iglesia de
Cristo y se empeñe en difundirla,
. Para que la paz reine en las parroquias y
comunidades cristianas,
. Para que la paz reine en nuestros centros
educativos y lugares de trabajo,
. Para que la paz reine siempre en nuestro país,
. Para que la paz reine en todo el universo.
Oración
Concédenos, Señor, a tu hijos el don de tu gracia,
para que cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la poderosa
intercesión de la Virgen María, consigamos aumentar tu paz en nuestros
corazones, nuestras familias y en el mundo entero. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Fuente: www.centromedjugorje.org
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