miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Bondad conquista el mundo.

 
La vida de cada ser humano es un mundo inmenso por descubrir y que sólo será posible en la medida en que sepamos acercarnos con una mirada profunda, que sepa ver más allá de apariencias
 
 
 
 
 
 
 
 


Es natural que ante el dolor y el sufrimiento de una persona la reacción de quienes lo rodean sea compasión y la preocupación especialmente de quienes son cercanos. Pero a veces esta “compasión” es meramente un sentimiento y una sensación que se queda únicamente en eso.

La verdadera compasión se expresa en la acción, en un compromiso y una cierta responsabilidad ante el dolor y el sufrimiento ajeno.

El beato Juan Pablo II hablando sobre la acción Solidaria dice: “No es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas, al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos.

 
 



No se puede comprender la realidad más profunda de los demás si no se tiene reverencia y compasión.

“El hombre reverente no llena al mundo con su yo, si no que otorga a los seres el espacio que necesitan, entiende la dignidad y la nobleza que entraña al ser como tal , por tanto la reverencia capacita la mirada del espíritu para observar la naturaleza más profunda de cada ser y permite que se muestre en su esencia”.
 

Autor: Álvaro Díaz. Catholic Link.


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