Unas
veces gana s y otras aprendes………… en realidad
ganas siempre.
A pesar de las obvias
dificultades que se nos presenten en la
vida, la actitud es la que nos hace resurgir y ser ejemplares, la que nos anima
a no perder la esperanza de ser mejor cada día ni la alegría de dar lo mejor y
darlo todo y ser felices.
Cuando vemos las derrotas de equipos como el Real Madrid y del
Barcelona en la Champions League creo que el testimonio de estos niños puede
ser muy adecuado para reflexionar sobre el sentido de las derrotas, la
auténtica humildad y el horizonte de la esperanza cristiana.
Lo que para alguien sin fe ni
esperanza podría ser un verdadero fracaso, no lo es para quién vive con una
actitud de optimismo, eso es lo que nos convierte en verdaderos campeones, es
difícil encontrar mejor deportista que aquel que tiene esperanza.
Unas veces ganas y otras aprendes”,
he leído esta mañana en el muro de un amigo.
Nunca ganas y siempre aprendes. ¿Nunca ganas? En realidad, ganas siempre.
Se comprende perfectamente que de ellos es el Reino de los Cielos. Unos
auténticos campeones.
Ellos, no se entristecían ante sus
derrotas, las reconocían sonrientes, las aceptaban, y también deseaban superarlas.
Pero no se dejaban juzgar por ellas. Los adultos, en general, vemos a los
derrotas, como espinas. Entonces tratamos de esconderlas, cortándolas, o
disfrazándolas de hojas, y evitamos reconocerlas. Eso es un gran error, porque
de esta forma, buscamos reconocernos sólo en nuestras victorias! .
Estos niños nos hablan de algo que
los católicos a veces olvidamos. Nos hablan de la esperanza cristiana. Nos
hablan de alegría, nos invitan a ver más allá del ‘Aquí y ahora’. Con sus
actitudes y gestos nos muestran que lo que en principio vemos como cosas o
situaciones imposibles, con fe, se van haciendo posibles.
"No
hay ninguna situación en la vida que carezca de sentido, incluso los aspectos
aparentemente negativos de la vida pueden llegar a convertirse en algo positivo
cuando se afrontan con la actitud correcta".
Fuente: Joven Duc in Altum.
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