viernes, 23 de mayo de 2014

Consagración a la Reina de la Paz: Día 14


Día 14º de preparación para consagrarme a la Reina de la Paz;

Jesús carga con la Cruz camino del Calvario




En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 Heb. 12, 1-4 En consecuencia: teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús, quien, en lugar del gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó tal oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.

2 marzo 2013

 “Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente: no endurezcáis el corazón. No cerréis los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial os envía. ¿Lo amáis sobre todas las cosas? ¿Os arrepentís de qué a menudo olvidáis que el Padre Celestial, por su gran amor, ha enviado a su Hijo para redimiros con la cruz? ¿Os arrepentís de que todavía no aceptáis el mensaje? Hijos míos, no pongáis resistencia al amor de mi Hijo. No pongáis resistencia a la esperanza y a la paz. Con vuestra oración y vuestro ayuno, mi Hijo con su cruz disipará las tinieblas que quieren envolveros y someteros. Él os dará fuerza para una vida nueva. Al vivirla según mi Hijo, seréis bendición y esperanza para todos los pecadores que deambulan en las tinieblas del pecado. Hijos míos, ¡velad! Yo, como Madre, velo con vosotros. Especialmente oro y velo por aquellos que mi Hijo ha llamado a ser para vosotros portadores de luz y portadores de esperanza: por vuestros pastores. Gracias.”

 Meditación

Si yo quiero permanecer en mi pecado, reteniendo las circunstancias, las ocasiones que lo propician, ¿qué puede hacer el Señor conmigo? Si yo cierro el corazón y lo endurezco, Dios no puede mostrarme su omnipotencia en mí. ¿Para qué ha sufrido y cargado Jesús la Cruz? Madre, tú me dices hoy que abra el corazón al Espíritu Santo, que ore y viva la fe a pesar de las contrariedades. Sin que desfallezca. Pues Jesús ha cargado con la Cruz hasta el final. La vida es muy dura si no cargamos con la Cruz del Señor. Él nos dice mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Parece una contradicción pero es así. Los que no quieren a Dios en sus vidas cargan con el peso de sus pecados. La infelicidad, la amargura, el hastío y el vacío que va llenando sus días y su corazón. De todo se cansan. Por el contario quienes acudimos a la confesión y arrojamos nuestros pecados al perdón de Dios sentimos que Jesús con su perdón nos da ánimo y esperanza en el combate contra el pecado y el mal. La Confesión no tiene razón de ser simplemente porque descubre mis pecados, sino porque estos ejercen en mí una mala influencia. Cuando voy al médico, él no es culpable de mi enfermedad. sucede igual cuando voy al sacerdote a confesarme, él solo descubre la raíz y me indica lo más apropiado para mi  alma. ¿De verdad quiero sanar? ¿De verdad quiero dejar el mal? ¿El pecado? ¿Estoy  siendo sincero conmigo mismo? ¿Sé que debo buscar siempre la ocasión de hacer el bien según Dios y no según yo? Jesús nos da el sacramento del  Perdón para aportarnos luz y descubrir el pecado. Para que una vez iluminado no me deje destruir por él, sino que lo confiese. Para ello es necesario el arrepentimiento. ¿Cómo hacer esto? Queriendo ser santo. Solo así lucharé por no hacer el mal. Solo así, acudiendo a la Confesión tendré la gracia de Dios para disipar las tinieblas que quieren someterme. Porque el cristiano debe crecer en el amor y en el bien. Reina de la Paz, concédeme la gracia de confesarme con frecuencia, una vez al mes y/o siempre que mi alma lo

necesite. AMÉN.

1 Padrenuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria

Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.


María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.


Oración Final

 Jesús cargó con la Cruz y María padeció con él pacientemente. Soportó la Cruz sin miedo a la ignominia. Reina de la Paz haz que los que nos estamos preparando para consagrarnos a tu corazón crezcamos en la fe y el amor de Dios cuando hay Cruz y persecución para que un día veamos la gloria de Dios. AMÉN.

Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz.
Puedes encontrar este documento en www.totustuusreinadelapaz.org

1 comentario:

  1. Queridos hermanos en Cristo. Hoy estoy en mi 14 día de preparación. Gracias por estos magníficos vídeos y textos que me están ayudando a ello.
    Quiero haceros una observación que nos ayude a mejorar estos programas.
    El vídeo que habéis colocado para este día no es el que corresponde sino uno de 3 minutos en el que animáis a realizar la consagración a La Reina de la Paz.
    Animo y no desfallezcáis en esta misión tan importante de evangelización a la que me siento unido.
    Afectuosos saludos. Os tengo en mis oraciones, acordaos de mi.

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