jueves, 29 de mayo de 2014

Consagración a la Reina de la Paz: Día 20


Día 20º de preparación para consagrarme a la Reina de la Paz; La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado.




En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 Lc. 1, 46-55

María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,

se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humildad de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:

su nombre es santo,

y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

–como lo había prometido a nuestros padres

en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

25 Julio 1988

"Queridos hijos, hoy os invito a una entrega completa a Dios. Todo lo que hacéis y todo lo que poseéis dádselo a Dios para que Él pueda tomar control de vuestras vidas como Rey de todo lo que poseéis. De esta manera, a través mío Dios podrá llevaros a la profundidad de la vida espiritual. Hijos míos, no tengáis miedo porque yo estoy con vosotros incluso cuando vosotros pensáis que no hay salida y que Satanás tiene el control. Yo os traigo la paz. Yo soy vuestra Madre y la Reina de la Paz. Os bendigo con la bendición de la alegría de modo que Dios pueda ser para vosotros todo en la vida. Gracias por haber respondido a mi llamada."

 Meditación

 Dios nos ama con infinito amor. Sus palabras son Amor. Lo que la Sagrada Escritura nos habla es de su amor. María es la que ha respondido plenamente a este amor. Haciendo la voluntad de Dios. Abrazando sus planes y sus designios en su vida. La Madre de Dios nos enseña: “hijos, entregaos a Dios. Solo así conoceréis su amor. Lo experimentaréis y Satanás no podrá nada contra vosotros. Yo os traigo la Paz”. María ha hecho y hace el plan de Dios. Por eso su alma es grande. Ha dejado a Dios obrar en Ella. Por esto nos estamos preparando para consagrarnos a tu corazón, Madre. Porque queremos amar a Dios como Tú. Queremos hacer su voluntad como Tú, pero nos cansamos. A ti te entrego lo que soy para que en mí triunfes. Y así mi corazón tenga tu Paz, la Paz de Dios. Dios  ha querido coronarte como reina. Porque tu vida ha sido para Él en todo momento. Por ello hoy me invitas a orar con los salmos. Especialmente con el salmo 103. Tú agradeces en tu alma la grandeza de Dios en ti y lo que a través de ti hace en el mundo. Dame la gracia de incendiar mi corazón con la Palabra de Dios. Que todos los que nos preparamos para consagrarnos a ti demos el control de nuestra vida a Dios. Haz grandes cosas en nuestras almas para santificarnos y que Dios lo sea todo en nosotros. AMÉN.

 1 Padrenuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria

Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

 María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.


Oración Final

Madre y Reina de la Paz. Hoy quiero pedirte que después de esta vida en la que hay tan poco amor, me concedas la vida eterna, donde lo llena todo el amor eterno de Dios. Que su amor me proteja del fuego del infierno para que nunca sea apartada de su gracia y amor. Que el vivo deseo por este amor eterno arda continuamente en mí para que contigo, Reina de la Paz, pueda recibir todos sus frutos. AMÉN

Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz
Puedes encontrar este documento en: www.totustuusreinadelapaz.org

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