Día 20º
de preparación para consagrarme a la Reina de la Paz; La Coronación de María
como Reina y Señora de todo lo creado.
En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Lc. 1,
46-55
María dijo:
«Proclama mi alma la
grandeza del Señor,
se alegra
mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha
mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha
hecho obras grandes en mí:
su nombre
es santo,
y su
misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su
brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono
a los poderosos
y
enaltece a los humildes,
a los
hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los
despide vacíos.
Auxilia a
Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a
nuestros padres–
en favor de Abrahán y su descendencia por
siempre».
25 Julio 1988
"Queridos hijos,
hoy os invito a una entrega completa a Dios. Todo lo que hacéis y todo lo que
poseéis dádselo a Dios para que Él pueda tomar control de vuestras vidas como
Rey de todo lo que poseéis. De esta manera, a través mío Dios podrá llevaros a
la profundidad de la vida espiritual. Hijos míos, no tengáis miedo porque yo
estoy con vosotros incluso cuando vosotros pensáis que no hay salida y que
Satanás tiene el control. Yo os traigo la paz. Yo soy vuestra Madre y la Reina
de la Paz. Os bendigo con la bendición de la alegría de modo que Dios pueda ser
para vosotros todo en la vida. Gracias por haber respondido a mi llamada."
Meditación
Dios nos ama con
infinito amor. Sus palabras son Amor. Lo que la Sagrada Escritura nos habla es
de su amor. María es la que ha respondido plenamente a este amor. Haciendo la
voluntad de Dios. Abrazando sus planes y sus designios en su vida. La Madre de
Dios nos enseña: “hijos, entregaos a Dios. Solo así conoceréis su amor. Lo
experimentaréis y Satanás no podrá nada contra vosotros. Yo os traigo la Paz”.
María ha hecho y hace el plan de Dios. Por eso su alma es grande. Ha dejado a
Dios obrar en Ella. Por esto nos estamos preparando para consagrarnos a tu
corazón, Madre. Porque queremos amar a Dios como Tú. Queremos hacer su voluntad
como Tú, pero nos cansamos. A ti te entrego lo que soy para que en mí triunfes.
Y así mi corazón tenga tu Paz, la Paz de Dios. Dios ha querido coronarte como reina. Porque tu
vida ha sido para Él en todo momento. Por ello hoy me invitas a orar con los
salmos. Especialmente con el salmo 103. Tú agradeces en tu alma la grandeza de
Dios en ti y lo que a través de ti hace en el mundo. Dame la gracia de
incendiar mi corazón con la Palabra de Dios. Que todos los que nos preparamos
para consagrarnos a ti demos el control de nuestra vida a Dios. Haz grandes
cosas en nuestras almas para santificarnos y que Dios lo sea todo en nosotros. AMÉN.
1 Padrenuestro, 10
Ave Marías y 1 Gloria
Oh Jesús mío perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.
María, Reina de la
Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.
Oración Final
Madre y Reina de la
Paz. Hoy quiero pedirte que después de esta vida en la que hay tan poco amor,
me concedas la vida eterna, donde lo llena todo el amor eterno de Dios. Que su
amor me proteja del fuego del infierno para que nunca sea apartada de su gracia
y amor. Que el vivo deseo por este amor eterno arda continuamente en mí para
que contigo, Reina de la Paz, pueda recibir todos sus frutos. AMÉN
Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz
Puedes encontrar este documento en: www.totustuusreinadelapaz.org
Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz
Puedes encontrar este documento en: www.totustuusreinadelapaz.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario