Día 7º
de preparación para consagrarme a la Reina de la Paz:
Bodas
de Caná
En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Jn. 2. 3-
9b Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino».
Jesús le
contestó: «Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí colocadas
seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien
litros cada una. Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron
hasta arriba. Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevadlo al mayordomo». Ellos
se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde
venía.
25 Octubre 2003
"Queridos hijos, os invito de nuevo a consagraros a mi corazón y al corazón de mi Hijo Jesús. Deseo, hijos míos, llevaros a todos por el camino de la conversión y de la santidad. Únicamente así, a través de vosotros, podemos llevar muchísimas almas por el camino de la salvación. No tardéis, hijos míos, sino decid con todo vuestro corazón: deseo ayudar a Jesús y a María para que muchísimos hermanos y hermanas conozcan el camino de la santidad. Así os sentiréis complacidos de ser amigos de Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamada."
Meditación
María, Tú me enseñas
a orar en el momento que se produjo el milagro que hizo Jesús en Caná. Tú ves
una necesidad y hablas con Jesús. Después te retiras confiada y abandonada a
Dios. Sabes que su corazón actuará.Orar es hablar con Dios, con Jesús. ¿Cuánto
me cuesta orar? Si rezo el rosario me aburro. Si voy a la iglesia me distraigo.
Si estoy delante del Santísimo Sacramento del Altar no sé qué hacer o decir, ni
a dónde mirar porque me canso.
Reina de la Paz, mira
mi alma y lo que necesito. Y como en Caná háblale a Jesús de mi para que me
haga vino nuevo y me transforme. Protégeme Madre, protege a todos tus hijos con
tu oración para que el brillo falso que nos rodea no nos engañe y Satanás no
reine, sino que triunfe tu corazón Inmaculado que da la verdadera paz y felicidad.
María, tú oras constantemente. Haz que todos los que nos preparamos ahora para
consagrarnos a tu corazón oremos y nos encontremos con tu Hijo Jesús. Que la
oración sea nuestro respirar. Al igual que el cuerpo toma aire fresco y puro y
se renueva, del mismo modo el que ora se va transformando. Si
respiramos es porque
estamos vivos. Los cristianos que oramos, manifestamos
que estamos vivos por
el Espíritu de Dios. La Iglesia que no ora, no puede engendrar seres vivos. Hoy
tomaré una estampa grande de la Reina de la Paz, le pediré a un sacerdote que
la bendiga y la pondré en casa junto a la Sagrada Escritura que puse el 1º día
de preparación a la consagración a María en mi hogar. Así recordaré todos los días
orar y presentarme ante ti Madre, para que tú le hables de mi al Señor. AMÉN
1 Padrenuestro, 10
Ave Marías y 1 Gloria
Oh Jesús mío perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.
María, Reina de la
Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.
Oración Final
Señor Jesús, te
entrego las tinajas de mi vida: miserias, incapacidad, para que tú dispongas de
todo mi ser. De lo que tú has creado y de lo que yo he estropeado, para que
obres milagros en mí. Me regalas a María la Reina de la Paz para que me
entregue a Ella. Por eso te pido la gracia de abrir mi corazón a la oración
constante como Ella. Y no solo te lo pido para mí, sino también para todos los
que nos estamos preparando para consagrarnos a tu madre. Amén.
Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz.
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