Día 15º
de la preparación para consagrarme a la Reina de la
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Rom. 14,
7-9 Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí
mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así
que ya vivamos ya muramos, somos del Señor. Pues para esto murió y resucitó
Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.
2 mayo 2012
“Queridos hijos, con
amor materno yo os pido: entregadme vuestras manos, permitid que yo os guie.
Yo, como Madre, deseo salvaros de la inquietud, de la desesperación y del
exilio eterno. Mi Hijo, con su muerte en la Cruz, ha demostrado cuánto os ama,
se ha sacrificado a sí mismo por vosotros y por vuestros pecados. No rechacéis
su sacrificio y no renovéis sus sufrimientos con vuestros pecados. No os cerréis
a vosotros mismos la puerta del Paraíso. Hijos míos, no perdáis tiempo. Nada es
más importante que la unidad en mi Hijo. Yo os ayudaré, porque el Padre Celestial
me envía, para que juntos podamos mostrar el camino de la gracia y de la
salvación a cuantos no lo conocen. No seáis duros de corazón. Confiad en mí y
adorad a mi Hijo. Hijos míos, no podéis estar sin pastores, que cada día estén
en vuestras oraciones. Gracias.”
Meditación
La Reina de la Paz
nos dice que no hay nada más importante que la unidad en su Hijo Jesús. Nos
muestras que en la muerte de cruz, tu Hijo nos ama y nos salva. Él nos abre las
puertas del Paraíso. Él se queda en la Eucaristía junto a mí y a mis hermanos.
Cuando falto a mi encuentro con Dios, cuando falto a la Eucaristía estoy
olvidando el sacrificio de Jesús en la Cruz. Él ha muerto por mis pecados para
que yo tenga vida. Mi enemigo está en mi corazón. Por eso falto al altar.
Porque pongo otros amores por delante. Por eso, Señor, tú que me amas tanto
dame por medio de la Reina de la Paz el auténtico amor a la Eucaristía. El auténtico
amor a ti. Los videntes de Medjugorje nos enseñan a los peregrinos que la Reina
de la paz les explica que la Eucaristía es lo más importante: “si tuvierais que
elegir entre una aparición y la Santa Misa, elegid siempre la Santa Misa”. Cuando
decimos que tenemos el amor de Dios en nosotros, solemos estar prestos a ayudar
a otros por caridad, pero ¿a qué precio? A veces dejamos la Misa bajo pretextos
que son meramente engaños. Que nada ni nadie te separe del altar. Hacemos
grandes sacrificios por llevar a los hijos, a los padres, o a los amigos a
algunos sitios. Pero, ¿hacemos lo mismo para ir a la Eucaristía? Que todo lo
que hagamos sea para el Señor. Madre hoy te pido la gracia para mí y para todos
lo que nos estamos preparando para consagrarnos a tu Corazón, que detectemos
las barreras y enemigos que tenemos para faltar a la Eucaristía y luchemos
contra ellos. Y así será realidad que pongo a Cristo en el centro de mi día a día
y acojo con agradecimiento su sacrificio en la Cruz por amor a mí. AMÉN
1 Padrenuestro, 10
Ave Marías y 1 Gloria
Oh Jesús mío perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.
María, Reina de la
Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.
Oración Final
Gracias Jesús por
aceptar la Cruz por mis culpas. Gracias por perdonar a todos tus enemigos. Con
tu amor y perdón nos has prometido el Cielo. Haz que todos los que nos
preparamos para consagrarnos a la Reina de la Paz, por este amor recibamos toda
la gracia de la salvación y la llevemos a otros para que se encuentren contigo.
AMÉN
Fuente: Grupo de oraciòn Totus Tuus Reina de la Paz.
Puedes encontrar
este documento en www.totustuusreinadelapaz.org
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