Día 9º
de la preparación para consagrarme a la Reina de la Paz:
La
Transfiguración.
En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
2P.e 1,
16-19 Pues no nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a
conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos
sido testigos oculares de su grandeza. Porque él recibió de Dios Padre honor y
gloria cuando desde la sublime Gloria se le transmitió aquella voz: «Este es mi
Hijo amado, en quien me he complacido». Y esta misma voz, transmitida desde el
cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada. Así
tenemos más confirmada la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle
atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el
día y el lucero amanezca en vuestros corazones.
25 Agosto 1993
“Queridos hijos, hoy
deseo que comprendáis que soy vuestra Madre, y que deseo ayudaros e invitaros a
la oración. Solamente mediante la oración podréis entender y aceptar mis
mensajes y vivirlos. Leed la Sagrada Escritura, vividla y orad para comprender
los signos de este tiempo. Este es un tiempo especial y por eso estoy con
vosotros, para acercaros a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Queridos
hijos, deseo que seáis hijos de la luz y node las tinieblas; por lo tanto,
vivid lo que os estoy diciendo. Gracias por haber respondido a mi
llamada."
Meditación
Luz en Jesús vieron
los apóstoles en el Monte Tabor. El cielo abierto de par en par. Dios nos envía
de nuevo a María para recordarnos que hemos sido creados para el cielo. Ella,
la Reina de la Paz nos dice que seamos hijos de la luz, no de la oscuridad.
Ella, la llena del Espíritu Santo me dice hoy “lee la Sagrada Escritura, vívela
y ora con ella, así entenderás los signos de los tiempos.”
El Espíritu Santo es
quien me guía e ilumina en la lectura de la Sagrada Escritura. Madre te pido
que no lea la Biblia superficialmente o pensando que sé mucho de la Palabra de
Dios, porque la he estudiado y conozco los génerosliterarios. ¡No! La Biblia es
un libro incomparable. Es Palabra de Dios derramada. Carta de Dios dirigida a
sus hijos y que no pierde fuerza divina con el pasar del tiempo. Es más, me da
luz para explicarme el tiempo en el que vivo. Cristo con su Palabra sanaba, con
su Palabra resucitaba a los muertos,… así muestra su omnipotencia Dios, con su
Palabra divina. Hoy continúa haciéndolo.
La Iglesia es quien
muestra la Palabra de Dios. Yo soy iglesia, Madre. Yo creo que Cristo ha venido
a la tierra para que yo vaya al cielo. Él me habla en la Biblia y por eso creo
y amo su Palabra. Igual que el sacerdote besa el Evangelio en la Santa Misa con
gratitud, así yo besaré la Sagrada Escritura al terminar diariamente de leerla
y orar con ella. Cuidaré este libro sagrado porque Cristo me habla. Y yo puedo escuchar su voz. Tú Madre me recuerdas en
tu mensaje que debo orar con la Palabra de Dios porque es mi Tabor donde puedo
escuchar la voz del Padre. Y al igual que Jesús yo seré transfigurado. AMÉN
1 Padrenuestro, 10
Ave Marías y 1 Gloria
Oh Jesús mío perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las
almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.
Oración Final
Jesús, hoy contemplo
tu rostro transfigurado. Tu Divinidad mostrada. El cielo en ti y en la Palabra
del Padre “este es mi Hijo amado… Escuchadlo”. Reina de la paz, haz que quienes
nos estamos preparando para consagrarnos a tu Corazón nos dejemos conducir por
la Palabra de tu Hijo amado y vivir aquí en la tierra el cielo en nosotros. Haz
posible que mi corazón sea un Paraíso para Jesús, como lo fue tu Corazón. Un
Tabor para Dios. AMÉN
Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz.
Puedes encontrar este documento en www.totustuusreinadelapaz.org
Muchas gracias hermanos en Cristo.
ResponderEliminarMe siento en periodo de conversión, y estoy dando los pasos para la preparación para la Consagración al inmaculado Corazón de María la Reina de la Paz.
Con la oración y meditaciones de cada día me siento más cerca de Ella y siento que algo renace en mi interior.
Por eso os estoy muy agradecido y quiero compartir con vosotros mi alegría.