domingo, 18 de mayo de 2014

Consagración a la Reina de la Paz: Día 9


Día 9º de la preparación para consagrarme a la Reina de la Paz:

La Transfiguración.
 


 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén 

 2P.e 1, 16-19 Pues no nos fundábamos en fábulas fantasiosas cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino en que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Porque él recibió de Dios Padre honor y gloria cuando desde la sublime Gloria se le transmitió aquella voz: «Este es mi Hijo amado, en quien me he complacido». Y esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada. Así tenemos más confirmada la palabra profética y hacéis muy bien en prestarle atención como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y el lucero amanezca en vuestros corazones.

25 Agosto 1993

“Queridos hijos, hoy deseo que comprendáis que soy vuestra Madre, y que deseo ayudaros e invitaros a la oración. Solamente mediante la oración podréis entender y aceptar mis mensajes y vivirlos. Leed la Sagrada Escritura, vividla y orad para comprender los signos de este tiempo. Este es un tiempo especial y por eso estoy con vosotros, para acercaros a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Queridos hijos, deseo que seáis hijos de la luz y node las tinieblas; por lo tanto, vivid lo que os estoy diciendo. Gracias por haber respondido a mi llamada."

 Meditación

Luz en Jesús vieron los apóstoles en el Monte Tabor. El cielo abierto de par en par. Dios nos envía de nuevo a María para recordarnos que hemos sido creados para el cielo. Ella, la Reina de la Paz nos dice que seamos hijos de la luz, no de la oscuridad. Ella, la llena del Espíritu Santo me dice hoy “lee la Sagrada Escritura, vívela y ora con ella, así entenderás los signos de los tiempos.”

El Espíritu Santo es quien me guía e ilumina en la lectura de la Sagrada Escritura. Madre te pido que no lea la Biblia superficialmente o pensando que sé mucho de la Palabra de Dios, porque la he estudiado y conozco los génerosliterarios. ¡No! La Biblia es un libro incomparable. Es Palabra de Dios derramada. Carta de Dios dirigida a sus hijos y que no pierde fuerza divina con el pasar del tiempo. Es más, me da luz para explicarme el tiempo en el que vivo. Cristo con su Palabra sanaba, con su Palabra resucitaba a los muertos,… así muestra su omnipotencia Dios, con su Palabra divina. Hoy continúa haciéndolo.

 La Iglesia es quien muestra la Palabra de Dios. Yo soy iglesia, Madre. Yo creo que Cristo ha venido a la tierra para que yo vaya al cielo. Él me habla en la Biblia y por eso creo y amo su Palabra. Igual que el sacerdote besa el Evangelio en la Santa Misa con gratitud, así yo besaré la Sagrada Escritura al terminar diariamente de leerla y orar con ella. Cuidaré este libro sagrado porque Cristo me habla. Y yo  puedo escuchar su voz. Tú Madre me recuerdas en tu mensaje que debo orar con la Palabra de Dios porque es mi Tabor donde puedo escuchar la voz del Padre. Y al igual que Jesús yo seré transfigurado. AMÉN

 1 Padrenuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria

 Oh Jesús mío perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

 
María, Reina de la Paz, ruega por nosotros y por la paz del mundo entero.

 Oración Final

 Jesús, hoy contemplo tu rostro transfigurado. Tu Divinidad mostrada. El cielo en ti y en la Palabra del Padre “este es mi Hijo amado… Escuchadlo”. Reina de la paz, haz que quienes nos estamos preparando para consagrarnos a tu Corazón nos dejemos conducir por la Palabra de tu Hijo amado y vivir aquí en la tierra el cielo en nosotros. Haz posible que mi corazón sea un Paraíso para Jesús, como lo fue tu Corazón. Un Tabor para Dios. AMÉN

Fuente: Grupo de oración Totus Tuus Reina de la Paz.

Puedes encontrar este documento en www.totustuusreinadelapaz.org

1 comentario:

  1. Muchas gracias hermanos en Cristo.
    Me siento en periodo de conversión, y estoy dando los pasos para la preparación para la Consagración al inmaculado Corazón de María la Reina de la Paz.
    Con la oración y meditaciones de cada día me siento más cerca de Ella y siento que algo renace en mi interior.
    Por eso os estoy muy agradecido y quiero compartir con vosotros mi alegría.

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